Dora Barrancos: “Hay que desarticular el sistema patriarcal”
La prestigiosa socióloga e historiadora Dora Barrancos, referente por su investigación y militancia en temas de género, habló con “Río Negro”, tras dar una conferencia magistral destinada a agentes judiciales, en Roca y Bariloche.
La reconocida socióloga e historiadora feminista Dora Barrancos , pasó por Roca y Bariloche, invitada por el Poder Judicial de la provincia para brindar una conferencia sobre “género, derecho y administración de justicia”.
La disertación giró sobre el sistema patriarcal. “Es un sistema forjado en orden a temporalidades socioculturales y, por lo tanto es revocable”, afirmó Barrancos.
“El sistema patriarcal no viene siempre embutido de especie humana. Entonces, es un orden segregador, es un orden de exclusiones, es un orden que obviamente ha disminuido la condición de posibilidades de las mujeres”, aseguró.
P-¿Usted cree que los sistemas judiciales del país siguen siendo patriarcales?
R- Sí, tenemos sistemas patriarcales a los que hay desarticular, a los que hay que efectivamente crearles las condiciones de transformación, de cambio de las mentalidades y de las sensibilidades y la ley “Micaela” justamente lo que se propone es ese derrotero. Una nueva instrucción a las mentalidades, una nueva formulación de sentimientos y de sensibilidades. Estamos invitadas por el Poder Judicial para justamente producir esa transformación que, creo, que finalmente va a ocurrir. El sistema de justicia va a transformarse en este país. De hecho hay nuevos fallos que así lo dicen. Hay fallos consternadores que tienen el antiguo modelo, que podemos decir el establishment jurídico, pero hay también mucha novedades, mucha innovación en la conducta de muchísimas juezas y jueces.
P-¿Qué es lo que más le preocupa? ¿Jueces que no aplican la perspectiva de género?
R-La injusticia, la inequidad son fórmulas graves. No son fórmulas soportables en el marco de Estados de derecho. La inequidad es una formulación agraviante y lenta. Entonces, lo que hay que hacer es una nueva administración de justicia. Por otra parte hay mucho modelado legal en la Argentina. Probablemente nuestro país sea uno de los más productores de nuevos sentidos en el derecho, pero el derecho es una cosa y la justicia es otra. Necesitamos que la justicia se aggiorne con el Estado de derecho en la Argentina.
P- ¿Qué diferencias observa entre los movimientos feministas de ahora con aquellos de mediados del siglo pasado?
R-Son diferencias tan siderales que apenas se compadecen en el propósito general de efectivamente tornar emancipatoria la situación de las mujeres. Y la forma de equidad, sin que ningún género, ninguna construcción socio sexual tenga fundamento para la opresión de ninguna otra.
Los feminismos de hoy son de desborde, de masividad, son feminismos poco articulados. Está más articulado con la demanda activa de derechos y probablemente tengan fronteras muy porosas. En el pasado, las feministas teníamos una construcción más articulada y de capilla, por decir de alguna manera, ese régimen de solemnidad de la visión de las feministas. Hoy, eso está quebrado felizmente. Lo más novedoso es que el feminismo se ha convertido en un movimiento masivo. Si los partidos políticos de masas tienen poca expresión hoy día, los feminismos han tomado el tono de la masividad.
P-Usted sostuvo en una entrevista tiempo atrás el concepto: “La contingencia del embarazo no puede darle órdenes al cuerpo”, ¿puede explicarlo?
R- Porque la gente generalmente, en la mayoría de las relaciones sexuales heterosexuales no está pensando en el embarazo. Se está pensando en el disfrute, el goce sexual y en las mujeres hay una relación fantasmática inhibitoria. Entonces, el embarazo es el resultado contingente en una enorme cantidad de circunstancias. No es el embarazo lo que se procura, es una contingencia que no puede originar destino, obligación.
Dora Barrancos es reconocida nacional e internacionalmente por su extenso trabajo como investigadora. Pero además, por estos días, su nombre estuvo en los títulos de los principales medios del país a a principios de mayo pasado cuando renunció al directorio del Conicet después de 8 años.
Explicó en ese momento que se alejaba como forma de protesta por la excesiva demora por parte del Ejecutivo nacional en los nombramientos de Mario Pecheny y Alberto Kornblihtt.
–¿Qué nos puede decir de su experiencia en el Conicet?
–Fueron años muy interesantes, muy buenos, los años durante la gobernanza Kirchner, lo digo sin ninguna duda. Tuvimos expansión, democratización, una contundente masa de recursos para el sistema científico. Nunca podríamos decir que fueron completamente desbordados los recursos, pero siempre eran los recursos que se necesitaban para cada momento de expansión. Ahora, estamos en un retroceso muy doloroso, con pérdidas de muchísima capacidades en investigación porque muchos jóvenes van a dejar la investigación y algunos se van a ir del país. Sin ciencia y tecnología no hay desarrollo de un país. Pero no es la fórmula de la actual gobernanza.
–¿No es una prioridad para el gobierno?
–No solamente no es una prioridad. Creo que es una contrariedad para la gobernanza el desarrollo científico y tecnológico. Desde el punto de vista de la tecnología se pierde soberanía. Y desde el punto de vista de la ciencia, el problema es que el Estado tiene que poner muchos recursos, tiene que sostener, tiene que tener mucha paciencia crítica, entonces eso no es productivo, entre comillas, a los efectos de la vocación que tiene la actual gobernanza. Entonces es una contrariedad, no es solamente una negligencia.
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