Hay que cambiar el sistema

El sistema reinante en la Argentina va en contra del bienestar, de una mejor calidad de vida de los ciudadanos. Existen obstáculos para vivir dignamente, trabas que impiden cambiar la realidad. Asistimos a una mediocridad en todas las esferas del poder, de la dirigencia. Se impone el absurdo, la mediocridad, por sobre las necesidades de un pueblo que está harto de ver la misma película. La frivolidad está latente, hay un sistema que no da respuestas, le da lo mismo facilitarle o resolverle las cosas a la gente. Nos hemos acostumbrado a la resignación por interpretar que “esto no cambia más”. Falta gente iluminada, idónea, honesta, respetuosa, en diferentes ámbitos, de modo tal que reestructure el sistema. No puede admitirse más la despreocupación por lo ajeno, la desidia, la “chatura” existente en cualquier lugar, en el accionar humano. Repugna ver tanta pasividad, semejante desinterés por modificar hábitos.

Registrate gratis

Disfrutá de nuestros contenidos y entretenimiento

Suscribite por $2600 ¿Ya estás suscripto? Ingresá ahora
Certificado según norma CWA 17493
Journalism Trust Initiative
Nuestras directrices editoriales

Formá parte de nuestra comunidad de lectores

Más de un siglo comprometidos con nuestra comunidad. Elegí la mejor información, análisis y entretenimiento, desde la Patagonia para todo el país.

Quiero mi suscripción

Comentarios

Exit mobile version