Hay menos puestos callejeros en el centro neuquino

Las ventas callejeras han significado desde siempre motivo de conflictos y discusiones entre comerciantes y gobernantes. Ante la falta de oportunidades de trabajo, algunas personas optan por llevar a delante un emprendimiento que no atiende a las exigencias impuestas por la ley y por eso diferentes ordenanzas y controles buscan bajar los números de dichos modos de vender.

En la ciudad de Neuquén según el último relevamiento realizado por el Observatorio Económico de Acipan, en el primer trimestre de 2019 la cantidad promedio de puestos callejeros tuvo una baja del 10% respecto al mismo lapso del año pasado. En consecuencia, en los últimos 12 meses el promedio mensual de los puestos pasaron de 33,7 a 30,3 en la zona habitual del sondeo, indicando que uno de cada diez no volvió a instalarse en las calles.

Acipan controla aquellos puestos que se instalan permanentemente no así la venta ambulante que se registra en otras calles de la ciudad.

Según el informe, si bien durante el primer trimestre la mayoría de los puestos continúa ubicándose en las calles Sarmiento y Mitre, así como en la avenida Olascoaga con un total del 57,1%, hace un año atrás las mismas reunían el 64,4% de los puestos callejeros totales.

“Los números demuestran una fuerte disminución en la cantidad de puestos en las principales calles del bajo neuquino. Mientras que las dos únicas donde hubo un avance, respecto al primer trimestre de 2018 fueron Alcorta, Perito Moreno y Río Negro” describió Daniel González, presidente de Acipan.

Ante la situación, González recordó que existe una ordenanza municipal (12.587/12), que se puso en vigencia en 2013 y que regula la venta ambulante, estableciendo restricciones importantes al respecto. “El estudio que hacemos se debe también por el malestar de los comerciantes que tiene todos los impuestos en regla -afirmó- nosotros relevamos a los que se instalan con una manta en la vía pública, el que se traslada todo el tiempo es difícil de localizarlo”.

Por otro lado, el presidente de Acipan justificó su apoyo a la Federación de Entidades Empresariales de Río Negro (Feern) en rechazo a la instalación de “saladitas” en la región, solicitando a la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) que las controle con la misma rigurosidad que a los comercios tradicionales. “No podemos hacer oídos sordos a todo lo que existe detrás de estas formas de comercio, porque existe trabajo precarizado e irregularidades legales”, indicó González.

La modalidad de comercio no es aceptada por comerciantes y empresarios locales. En consecuencia, el dirigente neuquino apoyó las declaraciones del Feern, al asegurar que “en las llamadas saladitas se venden productos de dudosa procedencia y no sabemos si pagan impuestos o cómo tienen al personal”.

Considerado como un tema complejo por las irregularidades legales, aclaró que a pesar de que las personas buscan precios adaptados a sus bolsillos, “no puede hacerse a cualquier costo, porque detrás de ello hay un mercado clandestino, son cosas delicadas”.

En paralelo, desde el 2017 ante la llegada de uno de estos emprendimientos al predio de la Asociación de Fútbol de Veteranos de Neuquén (Afuven), el gobernador Omar Gutiérrez extendió la restricción del 2015 de un decreto que prohibía la instalación de ferias itinerantes dentro del territorio neuquino por 730 días, y actualmente se encuentra vigente.