Hallaron muerta a la pareja de jóvenes desaparecida en Bahía Blanca

Los buscaban desde hacía 8 días. El chico es hijo de un comisario de la Bonaerense.Los cadáveres estaban en un campo. Se piensa que fue un asesinato por venganza.

BAHIA BLANCA- Los cadáveres del hijo de un comisario y de su novia, desaparecidos en Bahía Blanca hace 8 días, fueron encontrados ayer por un trabajador rural. Ambos habían sido asesinados el mismo día que se los vio por última vez, y hasta anoche no se había confirmado si fue a balazos como indicaba una versión.

La información conmocionó a Bahía Blanca, donde las novedades sobre la búsqueda de la pareja se seguía diariamente con mucha expectativa. Superó, incluso, al dolor que provocó el asesinato de las mochileras en 1998, porque en esta ocasión se trató de dos jóvenes de la ciudad.

Fuentes policiales confirmaron, entrada la tarde de ayer, que los cadáveres vestían las mismas ropas que Horacio Iglesia Braun y María Victoria Chiaradía. Estaban en la localidad bonaerense de San Eloy, partido de Coronel Suárez, a unos 200 kilómetros de Bahía Blanca.

La pareja de novios, ambos de 19 años, habían desaparecido el 27 de agosto último después de ir al cine.

De inmediato comenzaron a tejerse especulaciones sobre el móvil del doble asesinato, y las primeras sospechas apuntaron hacia una venganza contra el padre del muchacho, el comisario inspector Héctor Iglesia. Destinado ahora en Trenque Lauquen, el alto oficial se desempeñó varios años en Bahía Blanca y tuvo varios casos considerados «controvertidos».

Los investigadores sospechan que las víctimas fueron asesinadas hace varios días, ya que los cuerpos se encuentran en avanzado estado de descomposición.

El hallazgo se produjo cerca de las 16, cuando el dueño de una estancia avisó a la policía que había dos cadáveres en inmediaciones de su campo de la zona rural de San Eloy. El hallazgo lo habría hecho un trabajador rural que recorría la zona.

El campo está ubicado en las estribaciones de la sierra de la Ventana, un sector muy quebrado donde incluso son complicadas las comunicaciones con teléfono celular. Hubiera sido imposible avistar los cuerpos desde el aire.

Varios policías de Coronel Suárez partieron hacia allí y hallaron los cuerpos a unos dos mil metros de la ruta 76, camino a la localidad de Sierra de la Ventana.

Anoche, el comisario inspector José Luis Velázquez, titular de la comisaría Primera de Tres Arroyos, confirmó que los cuerpos pertenecían a los jóvenes buscados por toda la región.

Sin embargo, no precisó las circunstancias en que habían sido asesinados. Una versión indicó que fue con armas de fuego.

Hacia el lugar convergieron las máximas autoridades policiales bonaerenses, el ministro de Seguridad, Ramón Verón, y el superintendente de la fuerza, Eduardo Martínez, quienes antes de que se hallaran los cuerpos habían viajado a General Lamadrid para interiorizarse en la causa y apoyar la búsqueda de la pareja.

En General Lamadrid, a 67 kilómetros de San Eloy, había sido hallado días atrás el Chevrolet Corsa del comisario Iglesia en el que se desplazaba la pareja. Le faltaban las patentes, el matafuego y otros elementos.

Cuando la comitiva de altos jefes se disponía a retornar a Buenos Aires fueron anoticiados sobre el hallazgo de los cadáveres y se dirigieron inmediatamente al San Eloy para supervisar la preservación del lugar y garantizar los primeros peritajes.

El fiscal de Bahía Blanca, Eduardo D»Ampaire, y su adjunta, Claudia Lorenzo, llegaron al campo pasadas las 19 para trabajar junto a la Policía Científica de La Plata en la escena del crimen. También se hizo presente el padre del joven desaparecido.

Iglesia Braun y su novia Chiaradía habían concurrido el sábado 26 de agosto a la noche al cine y se cree que luego irían a bailar.

Planeaban regresar a las 5 del domingo, pero a esa hora la joven se comunicó con su madre desde un teléfono que aún no pudo ser localizado para avisar que demorarían en regresar porque el automóvil se había roto.

(Télam y AN)

Una ciudad conmocionada

BAHIA BLANCA.- Hacía tiempo que esta ciudad no se conmocionaba tanto por un crimen. Acaso el antecedente más inmediato es el del 18 de febrero del 98, cuando en un costado de la ruta 33 encontraron los cadáveres de Irina Montoya y María Dolores Sánchez, dos jóvenes mochileras cuyo viaje de vacaciones se convirtió en un infierno que las llevó a la muerte.

El doble crimen se resolvió con relativa rapidez y el 31 de marzo de este año se condenó a prisión perpetua a su autor, Eduardo Fermín Eliçabe. Detrás de los asesinatos hubo un asalto sexual, aunque en su defensa el imputado intentó desviar la atención hacia los piratas del asfalto, el trasporte de droga y las mafias policiales.

Eliçabe era custodio de camiones de caudales y trabajaba para un comisario retirado. Para algunos su versión sonó creíble, pero aunque hay muchos indicios de que las mafias que denunció existen, las pruebas en su contra eran categóricas.

La región también ha sabido de asesinatos múltiples, pero ha tenido menos fortuna en su esclarecimiento. El ejemplo es el doble crimen de Río Colorado, ocurrido el 12 de marzo de 1989. O el más reciente triple crimen de Cipolletti, ocurrido el 9 de noviembre de 1997.

El secuestro que no fue

BAHIA BLANCA- Las madres de los chicos estaban convencidas de que sus hijos habían sido secuestrados, y se negaban a aceptar el desenlace que tuvo el caso.

Ambas dialogaron, días atrás, con el diario «La Nueva Provincia» y coincidieron en expresar sus esperanzas de que Horacio y María Victoria estuvieran con vida, secuestrados en algún lugar.

Silvia Braun, madre del joven, dijo que «sé que van a aparecer pronto y que van a estar bien. Tendrán, seguramente, las secuelas de quienes pasan por estos trances, de estar privados de su libertad, y necesitarán mucha ayuda».

Mirta de Chiaradía, madre de la joven, había formulado un desesperado pedido de auxilio para que todos los posibles testigos se presentaran a declarar.

También recordó el último llamado de su hija, la madrugada del domingo 27 de agosto. «Ella dijo que iban al cine y seguro que después irían a bailar», relató.

«Siempre llegan a las 4 o 4.30, pero esa noche me levanté a las 5 y no había venido. La conozco y sé que ella, ni bien se demoran un poco, llama», explicó.

La mujer evocó que «se levantó mi mamá y a las 5.15 o 5.20, Victoria llamó y fue ella quien la atendió. Le dijo «abuela, decíle a mamá que me voy a demorar porque se rompió al auto y tenemos que llevarlo a un taller o a un mecánico»».

«Mi mamá me pasó el teléfono y Victoria me dijo que habían ido al shopping de la avenida Sarmiento, que se les había roto el auto y que entre las 6 y 6.30 volvía», agregó.

Señaló que no le resultó extraño el tono de voz de la joven, calificándola como «una chica muy equilibrada». Aún no se sabe de dónde hizo esa llamada telefónica (AN).


BAHIA BLANCA- Los cadáveres del hijo de un comisario y de su novia, desaparecidos en Bahía Blanca hace 8 días, fueron encontrados ayer por un trabajador rural. Ambos habían sido asesinados el mismo día que se los vio por última vez, y hasta anoche no se había confirmado si fue a balazos como indicaba una versión.

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