Hace un año que esperan volver a trabajar: la vida de los madereros

Hace exactamente un año atrás, un 3 de julio, llegaron los trabajadores de Maderas al Mundo (MAM) a las puertas de la empresa y se encontraron que los portones estaban cerrados. Recibieron la noticia que de 94 trabajadores, la mitad fueron despedidos y el resto suspendido.

“Ha sido un año muy duro para nosotros. De un día para el otro quedamos en la calle. Solo con deudas. Y hay que pagar la luz, los servicios, y a medida que paso el tiempo ya empezó a preocuparnos cómo íbamos a alimentar a nuestra familia”, contó Luis Sides, que hoy tiene 46 años y trabajó 24 años en la empresa.

“La salud la deje dentro de esta fábrica. Ninguno de los que estamos acá pasaríamos, creo, un preocupacional”, manifestó Sides, quien vive con su señora , sus dos hijas de 16 y 5 años, y dos de los hijos de su mujer.

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Entre las experiencias que pasó desde que se inició el conflicto narró una con tristeza. “Pasábamos con mi hija por un kiosko y generalmente siempre le compraba, un chocolate o un alfajor y de un día para el otro decirle no tengo para comprarte fue terrible para mí”, confesó.

En este tiempo tuvieron que conformarse con lo mínimo para subsistir: “con la comida gracias a la solidaridad de la gente hemos estado sobreviviendo. Por las donaciones que traen de mercadería, al fondo de lucha que aportan, las volanteadas, todo eso nos permite llevarnos un mínimo de dinero para subsistir”, describió.

Franco Vergara, delegado de MAM, contó que gracias a las donaciones de la comunidad y de las organizaciones por mes logran juntar un poco más de 2000 pesos para cada trabajador y algo de mercadería.

Para Sides y el resto de los trabajadores la rutina diaria dio un vuelco. “Laburábamos acá ocho horas, y de acá a la casa. Y el fin de semana estábamos con nuestra familia. De un día para el otro tuvimos que estar todo el día acá, y convivimos con nuestros compañeros y ya somos una familia”, dijo.

Su señora lo acompaña y realiza changas de decoración de eventos y eso para nuestra familia “ayuda a sostenernos un poco”.

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Para Gastón Hermosilla, de 45 lo ocurrido en julio fue un punto bisagra. Vive con su familia en Valentina Sur. Dijo que tuvieron que priorizar las necesidades básicas. “Recortamos cable, internet, todo eso ya no existe”, comentó. Por las dificultades económicas muchas veces no puede brindarles ropa y algunos elementos que le piden sus hijos para el colegio.

“Se acabaría el conflicto si permitirían el ingreso de los 7 trabajadores que ellos mismos ofrecieron y se paga a las indemnizaciones a los que no ingresarían”, pidió Natalia Hormazábal, abogada de los madereros.

A un año del conflicto

Los quince conflictos laborales

En noviembre de 2017 se disparó el conflicto laboral número quince de la provincia del año con 46 trabajadores desvinculados que hacían un transporte de personal petrolero.

Uno de los que progresó fueron las obreras textiles que a fines de 2017 se mudaron a la nueva fábrica en Parque Industrial, aunque denunciaron en junio que no tenían calefacción.

Oscar Vallejos, delegado de los trabajadores de Jugos del Sur de Centenario, indicó que a 40 empleados de planta permanente de la empresa y de otras dependencias se les adeuda cuatro meses y el aguinaldo en los pagos. Reclaman que la juguera vuelva a entrar en producción.

Pese a este panorama un informe del Ministerio de Trabajo, Empleo, y Seguridad Social de Nación señala que Neuquén con un 7, 3 por ciento es la provincia del país que tuvo el mayor crecimiento interanual en asalariados privados registrados.