Guido Ferrari llega a los Alpes y vuelve a casa
En esta última entrega, el pintor de Villa La Angostura recorre las montañas y hace grandes amigos. Expone en París y es detenido en la frontera entre Alemania y Suiza.
Los Alpes es ese lugar del que sabía que era parte. Antes de llegar, pensaba en la conexión con las montañas y la conexión de Andes, Alpes. Son hermanas de occidente, no vale la pena compararlas técnicamente ya que son muy diferentes, pero tienen un espíritu en el colectivo social.
Con mi bici de ciudad o como me dijo un artista en Alemania; “is no city bike is shitty bike”, el cuerpo me tembló un poquito. Las primeras imponentes montañas las vi desde Salzburgo donde estuve pintando e hice algunos amigos, pero rápidamente continúe camino a mi objetivo, Bludenz, Austria, casi en la frontera con Liechstenstein y Suiza.

Cuándo llegué, exhausto pase unas noches en un bosque cerca, donde tuve un encuentro con un lince que gritaba como un niño fantasma. Un día soleado me arrimé muy temprano al centro de Bludenz para ver dónde podía pintar con una linda vista. Así fue que pedalee hasta Rungelin un pueblito cercano que ya es parte de Bludenz.
¿Un café?
Desde las alturas habían hermosas vistas del pueblito y de la gran ciudad. Me detuve a pintar una casa con una vid que caía sobre una casa hermosa, y de fondo el Rätikon (formación montañosa conocida en Vorarlberg).
Cuándo estaba preparando el atril y otras yerbas, apareció un hombre por detrás y en alemán me ofreció un café. No era la primera vez que alguien me ofrecía un café en el camino, por lo que aprendí que siempre hay tiempo y la pintura puede esperar.

Reinold era el dueño de la casa que estaba por pintar y mientras hacia un rico café me convido higos de su jardín y me mostró su atelier donde labura el hierro y varios materiales más.
Unas horas después le cociné a él y a su mujer un bife criollo, hicimos un paseo por Bludenz. Mientras él le arreglaba el caño de escape del auto a un amigo, compramos unas cosas y a la noche nos invitaron a una cena. Se divirtieron mucho con algunas historias del viaje y varias amistades empezaron a surgir. Cuando terminamos Reinold me ofreció dormir en el atelier y así lo hice.

Al día siguiente, ellos salían de viaje por tres semanas, pero Reinold me entregó las llaves de su casa para que me maneje con libertad. Así fue que pase dos semanas y media en los Alpes pintando y disfrutando del pleno verano, subí a algunos de los picos más altos de Voralrberg y me invitaron a algunos recitales de música folklore alpina.
A Eslovaquia y París.
Seguí viaje a Eslovaquia y luego a París. Reinold me dijo que iría a la exhibición en París y así fue, estuvimos un fin de semana conociéndonos más y visitando museo tras museo porque es un loco del arte como yo. Luego volvimos a su casa en plena montaña a planear una exhibición en su atelier.

En el paso fronterizo entre Alemania y Suiza fuí detenido a las 6 AM por falta de papeles. Los oficiales me trataron muy bien y hasta me dieron café.
Diez horas más tarde me liberaron con una nota que me intimaba a salir del país en las siguientes 12 horas y de no ser así me llevarían preso.
Datos del viaje
- 6
- meses de viaje en los que recorrió 12 países de Europa, pintó unos 60 cuadros y realizó unas 6 exhibiciones.
- 3 000
- kilómetros, aproximadamente, recorrió en su bicicleta por Europa.
También aclararon que no podría entrar dentro de 2 años y que probablemente después de ese tiempo si quiero volver a entrar deba pagar una multa.
Huí del país en tren, y llegué a la casa de Reinold. Al día siguiente tuve que ir a la frontera a de Suiza y Austria a firmar unos papeles.
Volver
Las primeras semanas, de vuelta en los Alpes fueron relajadas, fuimos a pintar, hicimos videos, planeamos la muestra, fuimos a varios recitales, a diferentes montañas, rodeados de amigos que había hecho unos meses atrás y otros nuevos. Estaba cómo en casa de la Patagonia.
Luego concretaríamos la exhibición en el Atelier, que fue un éxito en todo sentido y en un ambiente muy lindo.

Fue muy nostálgico despedirse de un gran amigo con el cual nos comunicamos en dialecto, ya que el no habla mucho inglés y yo casi nada de Alemán.
Terminando el viaje con 6 exhibiciones realizadas alrededor de todo Europa, 6 meses de viaje y más de 60 pinturas en 12 países. Los kilómetros en Bicicleta fueron probablemente más de 3.000 km, no sé cuanto exactamente.
Ya hay ofertas y proyectos para años venideros, pero ahora llegó el momento de volver a la Patagonia.
Página www.guidoferrari.com Facebook: Guido Franco Ferrari Instagram: Guido Franco Ferrari
Los Alpes es ese lugar del que sabía que era parte. Antes de llegar, pensaba en la conexión con las montañas y la conexión de Andes, Alpes. Son hermanas de occidente, no vale la pena compararlas técnicamente ya que son muy diferentes, pero tienen un espíritu en el colectivo social.
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