Vuelta a clases en Río Negro: cómo sigue el conflicto con Unter

Tras el Congreso docente, Unter decidió no realizar paros y solicitó urgentes negociaciones salariales. El Gobierno de Río Negro se comprometió a reanudar paritarias el mes que viene, pero el gremio busca mejoras salariales inmediatas. Cómo sigue el conflicto.

El Congreso de la Unión de Trabajadores de la Educación de Río Negro (Unter) resolvió no iniciar un paro. Sin embargo, lejos está de finalizar el conflicto. Desde el sindicato docente creen en «priorizar el diálogo» para avanzar en las negociaciones salariales. A pesar de rechazar unánimemente la oferta del Gobierno de Río Negro, la conducción del gremio -liderada por Silvana Inostroza- optó por reanudar las clases. Mientras tanto, se intensifican los pedidos para volver a las paritarias.

La propuesta de no volver al paro fue apoyada por 107 congresales, mientras que 71 votaron por un paro de 48 horas. Con esta decisión, la conducción de Unter busca mantener el diálogo con el gobierno provincial, evitando medidas de fuerza que podrían interrumpir el ciclo lectivo. No habrán marchas regionales en este período de tregua.

En la última reunión paritaria, Unter y el ministerio de Educación discutieron condiciones para continuar las negociaciones. La ministra Patricia Campos dejó claro que el gobierno no retomaría el diálogo si se llevaban a cabo paros, pero finalmente se acordó volver a las paritarias en la primera quincena de agosto.

Desde la otra vereda, el Congreso docente rechazó la oferta salarial por no cubrir completamente sus demandas. Exigieron una nueva propuesta que incluya ajustes para todos los cargos y garantías para el pago por movilidad, además de la devolución de los días descontados por medidas de fuerza anteriores.

Ahora bien, ¿qué proponen desde el gobierno? El Ejecutivo busca incorporar al salario básico 30.000 pesos pendientes del año pasado, lo que beneficiaría principalmente a los docentes con mayor antigüedad. Sin embargo, los cargos iniciales verían un aumento menor, entre el 3% y el 5%.

En respuesta, Educación propuso un ajuste que establece un piso salarial de 780.000 pesos. El salario mínimo en mayo fue de 673.000 pesos, por lo que el incremento sería del 16% para los niveles más bajos. Unter reconoce que hay poco margen para cambiar la pauta general, pero seguirá discutiendo componentes específicos.

Una de las controversias en la negociación es el pago del aguinaldo. Educación excluyó el «componente rionegrino» del cálculo, argumentando que nunca se incluyó durante la recepción de fondos federales. Sin embargo, Unter insiste en que el aguinaldo debe calcularse sobre el 50% de la mayor remuneración mensual. Entre idas y vueltas, el gobierno se comprometió a revisar esta cuestión.

La expectativa de Unter es lograr avances significativos en la mesa de seguimiento salarial y asegurar un acuerdo que contemple las necesidades de todos los docentes. Aunque pareciese que la paciencia del gremio es limitada, los docentes esperan que la reanudación de las paritarias traiga soluciones concretas.

La situación se mantiene bajo expectativas, y tanto el gremio como el gobierno tienen la responsabilidad de encontrar un equilibrio que garantice la estabilidad en este nuevo inicio de ciclo lectivo.


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