El Soyem se queja por el colapso del Ipross en Bariloche y prepara un recurso de amparo

El sindicato de trabajadores municipales insistió en su protesta por la mala calidad de las prestaciones que brinda el Ipross y sus directivos evalúan la presentación de un amparo colectivo, en la búsqueda de una nueva vía para resolver las carencias de los servicios de salud, que atribuyen a “la mala administración”.

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Ipross licitó para comprar medicamentos por unos 7.450 millones de pesos

La secretaria general del Soyem, Brenda Morales, dijo que hasta ahora no lograron respuestas en el planteo formulado al Ejecutivo municipal para que se haga eco del problema que padecen sus afiliados. “Nuestro reclamo no solo va dirigido a la obra social y al gobierno provincial, también pedimos la intervención del empleador, que es el municipio”, afirmó.

El gremio detalló la demanda en un petitorio remitido al intendente Gennuso el pasado 2 de mayo, hasta ahora sin resultados. Morales dijo que esperan para esta semana una convocatoria de la secretaría de Trabajo para tratar ese y otros temas con el gobierno municipal.

La dirigente aseguró que los trabajadores no pueden sostener más el costo de los servicios de salud y “todos los días” esas penurias recaen sobre el Soyem, que tiene su propio sistema de “coseguro”, a modo de refuerzo, aunque la cobertura nunca alcanza.

Morales dijo que los médicos por lo general exigen un plus por las consultas, que según la especialidad varía entre los 2.000 y los 10.000 pesos. Señaló que algunos trabajadores optaron por contratar una empresa de medicina prepaga, ante la impaciencia por las falencias de Ipross, y otros que también han explorado esa posibilidad no lo pueden sostener.

Consideró que la crisis de la obra social provincial se debe a “una mala administración” y no tanto a los costos de los servicios de salud. También lo atribuyó “a la cantidad de sumas no remunerativas” incluidas por la provincia en los sueldos de sus empleados, que impactan sobre los ingresos del Ipross.

Aseguró que algunos trabajadores de la provincia tienen aportes mensuales al Ipross de apenas 1.800 pesos, mientras que los municipales de Bariloche “rondan los 8.000”.

Morales dijo por ejemplo que el Soyem debió salir en auxilio de afiliados que necesitaron atención odontológica, porque el Ipross hace un año que tiene suspendido ese servicio y recién lo reanudaría en julio. Explicó que a veces les otorgan financiamiento, cuando las prácticas son muy onerosas, y otras realizan “gestiones ante los profesionales”.

También refirió que los reintegros que paga el Ipross son magros y a veces tienen demoras de 90 días o más, sin interés alguno, a pesar de la inflación que se acerca al 10% mensual.

“Estamos en la preparación de un recurso para ir a la Justicia”, aseguró la sindicalista, mediante una demanda colectiva, que iría más allá de las puntuales e individuales que suelen presentar algunos afiliados cuando no les reconocen alguna prestación.

Un déficit generalizado

Según la nota que enviaron al intendente hace menos de un mes los problemas más graves aparecen con los planes maternales, coberturas de parto y post parto, “coberturas insuficientes en medicamentos por enfermedades crónicas”, retraso en la devolución de reintegros por prótesis, ecografías, psicología, fonoaudiología y consumos problemáticos, entre otras especialidades.

También denunciaron “la falta de prestadores locales en programas de fertilización asistida”, la cobertura “parcial” para pacientes oncológicos y la “falta de claridad” en la cobertura de prótesis.

Señalaron que ese cuadro de situación “perjudica directamente la salud de los afiliados” y recordaron que se trata de “un derecho humano fundamental”. Les señalaron al intendente y a la jefa de Gabinete, Marcela González Abdala, que al transmitirles ese detalle buscan “generar información clara” en busca de las esperadas respuestas y “sobre todo acortar los tiempos de resolución”.

Morales dijo que la actual situación del Ipross es la más grave que se recuerde, al menos desde que ella es empleada municipal. “Antes cursábamos notas y las cosas se destrababan, pero ahora ya no -se quejó-. Es cada vez más complicado, y en Bariloche peor que en el resto de la provincia, porque el número de camas no alcanza y la salud está desbordada”.

La dirigente aspira a que el gobierno municipal “se expida sobre el tema, porque tiene una responsabilidad” y también que interceda en lo que esté a su alcance, dado que “tiene una relación directa” con el gobierno provincial.