Gennuso recargado: cómo serán los próximos 4 años

No habrá chance de echarle la culpa a la “pesada herencia” ni tiempo para pedirle al electorado. La tasa al turista, la obra pública, las finanzas, el boleto y el cerro Catedral estarán en la agenda del intendente.

Sin la chance de descargar culpas en la herencia recibida y con la obligación de cumplir esos objetivos que cualquier gobernante considera no exigibles “en sólo cuatro años”, pero que aparecen en escena cuando la perspectiva es de ocho.

Así comenzará Gustavo Gennuso su segundo mandato como intendente de Bariloche, en el que necesitará también ejercer otra calidad de negociación en el Concejo, donde perderá la mayoría absoluta de la que gozó a partir de 2015, como no la tuvo ninguno de sus antecesores.

El veredicto popular del último domingo envolvió a Juntos Somos Río Negro en un lógico clima de euforia, que perdura hasta hoy. Pero que no tardará en decantar, tironeado por algunos datos objetivos: Gennuso obtuvo 15 puntos menos que hace cuatro años (33 contra 47%) y si le alcanzó para ganar fue por el ausentismo, el voto en blanco (9,28%) y por la impericia de la oposición.

La extensión de confianza recibida por el intendente tiene sus condiciones y algo de eso quedó en evidencia en los mesurados festejos luego del triunfo en las urnas, que reunieron sólo a un puñado de militantes y no alcanzaron siquiera para cortar la calle frente al local partidario o montar una caravana, como fue de rigor en anteriores elecciones municipales.

Gennuso quedó emparejado en un mano a mano con Daniel Natapof (Frente de Todos), y en esa batalla de baja intensidad (entre ambos se repartieron sólo el 51% de los votos) le sobró para ganar con su presencia en medios y redes sociales, desproporcionadamente superior a la de sus competidores.

El intendente dijo que el gasto en propaganda no fue alto y que su mérito estuvo en dar con la consultora adecuada. Será de esperar que esta vez el listado de donantes particulares a la campaña tenga menos puntos oscuros que el de la elección anterior. La incógnita comenzará a develarse dentro de 60 días, cuando venza el plazo para las rendiciones.

Tiene que haber mayor difusión y empezar antes, para que la gente se familiarice con la boleta, las listas, los candidatos”.

Beatriz Oñate, defensora del Pueblo de Bariloche.

Lo cierto es que la maquinaria electoral de Juntos, con base en la provincia, pesó mucho más que la del Frente de Todos, que a pesar de su envergadura nacional encaró el caso Bariloche con llamativa indiferencia.

Natapof esperaba cosechar la onda victoriosa de las PASO nacionales, que el 11 de agosto y con el mismo padrón le habían dado a esa misma fuerza un volumen de votos tres veces superior.

La concejal electa Julieta Wallace reconoció que no supieron instalarse a expensas de la caída de popularidad de Gennuso. “Durante la campañas y las recorridas se veía el descontento con la actual gestión, pero costó capitalizar. Ninguna opción pudo -apuntó-. Nos hará falta revisar por qué no pudimos comunicar bien nuestro proyecto político”.

El intendente llegó a la elección luego de varios tropiezos. Su candidatura estuvo en suspenso hasta último momento porque no era la primera opción del gobernador Alberto Weretilneck, que prefería a Carlos Valeri o Agustín Domingo. Finalmente su propia perseverancia y la necesidad de no dispersar votos lo instalaron en el camino de la reelección. Con el resultado en la mano está visto que dividir era perder.

Además, Gennuso logró conjurar los fantasmas y las críticas que le depararon las calles sembradas de baches (también fueron el calvario de otros intendentes), el déficit del transporte, el enojo del empresariado con la tasa al turista y la frustración de su proyecto para extender la concesión de Catedral.

Gennuso está convencido de que la tasa que pagan los turistas -con la que en casi 3 años lleva recaudados 88 millones de pesos- traccionó mucho en su favor. Se atribuyó varios méritos relacionados con ese instrumento y pasó a enumerar: “los fondos específicos se usaron para los proyectos acordados, no hubo desvíos. Las obras son visibles y contribuyeron a cambiar el espacio público. Y generaron trabajo para 10 ó 15 cooperativas en un momento con fuerte crisis de empleo”.

Sobre el rumbo que tomará a partir del 10 de diciembre no adelantó mucho. Dijo que va a insistir en la prórroga para Catedral, si la Justicia destraba la firma del contrato con Capsa, aunque “restará que la empresa confirme si mantiene su proyecto de inversión” de 22 millones de dólares. Para el intendente es la mejor opción. Dijo también que el desarrollo inmobiliario en el cerro que tanto rechazo y acusaciones generó “no se va a hacer sin pasar por rango III”, que demanda una planificación puntillosa, numerosos estudios e instancias de consulta.

Algunos indicios sobre sus planes futuros empezarán a delinearse con la presentación del presupuesto 2020, cuando también empiecen a tomar forma varias de las obras ya iniciadas como el skate park y las mejoras en la avenida Herman. También entrarán en escena otras medidas más impopulares, que fueron pisadas por las elecciones, como el tarifazo en el transporte.


Los números y las señales de alarma


En las PASO del 11 de agosto había votado el 74,6% del padrón, en la elección municipal de 2015 la concurrencia fue del 70,6% y el último domingo el registro se redujo al 67,2%.

Ese dato abrió interrogantes hasta ahora no respondidos. La Defensoría del Pueblo municipal y la Universidad del Comahue montaron un observatorio que detectó, entre otras cosas, una alta desinformación de la ciudadanía.

Según la Defensora Beatriz Oñate “hubo mucha gente no enterada, mucho desconocimiento de la boleta”. Consultada ayer por este medio opinó que “no todo el mundo está en las redes sociales y eso no fue considerado. Hay un sector de la población que casi no ve televisión y que no tiene teléfonos de última generación”.

Dijo que la boleta única de sufragio es un buen instrumento y también es bueno el padrón por circuitos, que puso fin al acarreo de votantes. Pero a su juicio mucha gente se mostró desorientada porque llegó a emitir su voto sin contacto previo con la boleta. Consideró que el déficit es atribuible a la Junta Electoral.

“Tiene que haber mayor difusión y empezar antes, para que la gente se familiarice con la boleta, las listas, los candidatos. Y no puede depender sólo de los partidos -opinó Oñate-. También es importante educar para que haya una ciudadanía más activa, que converse y que pregunte”.

El observatorio que realizó un muestreo sobre 22 mesas en 16 centros de votación demostró también que hubo mayoría amplia de mujeres entre las autoridades de mesa (80%) y entre las fiscales (69%). En el 82% de las mesas hubo fiscales de Juntos y el Frente de Todos tuvo presencia en 41%. Les siguieron SUR, con fiscales en el 18%, Todos por Bariloche (12%) y Bariloche por el Cambio (6%). El tiempo promedio dentro del cuarto oscuro fue de 66 segundos. En el 26% de las mesas hubo en algún momento filas de más de diez personas y en el 87% se presentaron personas que no habían hecho consulta previa sobre dónde les tocaba votar.


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