Gaudio, de cara al cielo
El “Gato” no para de ganar y ayer cumplió su sueño de hacerlo en Buenos Aires, al vencer a Puerta. Ratificó su romance con los aficionados.
Gastón Gaudio no para de ganar y ayer conoció el sabor de la gloria en su propia casa, después de vencer en la final del ATP de Buenos Aires al sorprendente y resurgido Mariano Puerta por 6-4 y 6-4. Gaudio sumó su segundo título consecutivo, después de haber conquistado el trofeo de Viña del Mar hace una semana, enhebrando una serie de diez triunfos consecutivos. El “Gato” llegó a la final “bien argentina” como amplio favorito, e impuso su técnica y su confianza ahora “a prueba de balas” ante un Puerta ya cumplido, protagonista del mayor batacazo del torneo, al eliminar en cuartos al español Carlos Moyá, y “resucitado” en Buenos Aires después de un largo ostracismo. El campeón de Roland Garros cumplió un nuevo sueño, el de levantar un trofeo en Argentina, y certificó su flamante idilio con los hinchas que hace apenas un año y medio lo criticaban sin piedad por un par de derrotas en la Copa Davis. El “Gato” embolsó su quinto título del circuito ATP e inscribió su nombre en la galería de campeones de Buenos Aires, junto a los del brasileño Gustavo Kuerten, el chileno Nicolá Massú, el mallorquín Moyá y Guillermo Coria. El Buenos Aires Lawn Tennis Club lució ayer como en sus mejores jornadas, con un lleno de 6.000 personas que presenciaron una final “todo argentina” en casa, que no se daba desde hace veintitrés años, cuando Guillermo Vilas derrotó a Alejandro Ganzabal y ganó el Grand Prix de verano del circuito ATP. La jornada fue una fiesta para el tenis del país sudamericano, que, como comentó el propio Moyá, es hoy “la primera potencia mundial” del deporte blanco, con los “próceres” Vilas y Gabriela Sabatini entregando los trofeos al campeón y subcampeón del torneo. Precisamente la primera ovación de la tarde se la llevó Vilas, que más tarde debió pararse para saludar y agradecer los aplausos del público. También Sabatini se llevó su porción de reconocimiento. Fue todo un síntoma. Hubo más entusiasmo en las gradas con ambos ex tenistas que con lo que estaban entregando en el court central Gaudio y Puerta. Es que a pesar del impecable marco, el partido, de poco más de noventa minutos, no permitió demasiado disfrute, y los memoriosos sintieron nostalgia de los pasados duelos finales protagonizados por Coria y Moyá, con una mayor dosis de dramatismo y tenis de alto vuelo. En el primer set, Gaudio, el preferido de la gente, se equivocó menos que su rival, y después de quebrar para 3-2 jugando de fondo defendió su ventaja hasta cerrar la manga en apenas 40 minutos. El segundo set también fue parejo, y a Gaudio le costó todavía más sacar ventaja con su revés y su variado repertorio de tiros. Puerta, un luchador, muy fuerte desde el fondo, peleó cada punto con los dientes apretados, pero su resistencia se minó cuando Gaudio quebró en el noveno game, aprovechando su segundo break-point. Enseguida, Gaudio sacó para el partido, y con un exquisito revés dejó estacando a Puerta. Entonces se tiró de espaldas sobre el suelo, con los brazos extendidos, para celebrar su momento de gloria. “Es lo mejor que me pasó después del título en París”, comentó Gaudio. El “Gato” levantó también una réplica del trofeo ganado en Roland Garros, y posó, escoltado por Vilas y Sabatini, en una fotografía histórica entre los únicos tres ganadores argentinos de torneos del Grand Slam. Puerta, que a partir de hoy habrá ingresado en el “top 80”, se fue con la frente alta. Tuvo una semana de ensueño, que significó un resurgir de las cenizas después de una operación de muñeca y una suspensión por doping que lo habían colocado hace apenas unos meses en el puesto 440 del ranking mundial. (DPA y AR).
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