Si tenés peras o manzanas maduras y no sabés qué hacer con ellas, esta torta es la solución perfecta. Con ingredientes simples y un proceso sencillo, podés preparar un postre delicioso que equilibra el dulzor natural de la fruta con una textura esponjosa y ligera. Además, es una excelente opción para acompañar el té, café, una infusión fresca este verano o incluso para un desayuno especial. La sugerencia es de @Unodedos en X.

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Preparación paso a paso:

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1. Precalentá el horno

Calentá el horno a 180°C con calor arriba y abajo, sin ventilador. Mientras tanto, prepará un molde redondo o cuadrado de 20 cm: engrasalo con mantequilla y espolvorealo con un poco de harina para evitar que el pastel se pegue.

2. Mezclá los ingredientes húmedos

En un bol grande, batí los huevos con el azúcar y la pizca de sal hasta que obtengas una mezcla esponjosa. Agregá la leche poco a poco y, luego, la mantequilla derretida (asegurate de que esté tibia para no cocinar los huevos).

3. Incorporá los secos

Tamizá la harina y la levadura química antes de añadirlas a la mezcla líquida. Integrá los ingredientes con movimientos suaves pero constantes, evitando grumos.

4. Armá el pastel

Pelá la manzana y las peras, y cortalas en láminas finas. En el molde engrasado, colocá una capa de manzana en el fondo, verté la mitad de la masa encima y luego distribuí una capa de pera. Cubrí con el resto de la masa.

5. Horneá

Llevá el molde al horno durante 30 minutos, o hasta que el pastel esté dorado y al insertar un palillo en el centro, salga limpio.

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Decoración y presentación

Una vez fuera del horno, dejá que el pastel se enfríe ligeramente antes de desmoldarlo. Espolvoreá azúcar glas por encima para darle un toque especial. Podés decorar con frutas frescas, como frambuesas o arándanos, para aportar un contraste ácido y visualmente atractivo.

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Con qué acompañar este pastel

Este pastel de pera y manzana es muy versátil. Podés disfrutarlo tibio con una bola de helado de vainilla para un postre más indulgente o frío junto a una taza de té o café. Su textura húmeda y jugosa lo hace ideal para preparar con antelación y servir en reuniones o desayunos familiares.

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Variantes con otras frutas

Si querés experimentar, esta receta también funciona con otras frutas de pulpa firme, como plátano, mango o duraznos. Incluso podés hacer combinaciones para aprovechar la fruta que tengas en casa.

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Un postre para todos los días

Con esta receta fácil y deliciosa, no solo aprovechás las frutas maduras que podrían desperdiciarse, sino que también creás un pastel casero que encantará a todos. ¿Qué esperás para probarlo?