Este sábado «explotó» el Festival del Chef Patagónico con miles de turistas que disfrutan de la cocina gourmet
Un día glorioso vive este gran evento de la gastronomía regional. El detrás de escena de este éxito.
Ingresar a la décima sexta edición del Festival del Chef Patagónico es una invitación a disfrutar de un gigante restaurante que se creó en un espacio de más de 10.000 metros cuadrados para recibir a más de 5.000 personas diarias. Y es aquí, donde la capital de la gastronomía neuquina despliega lo último de lo último de la “cocina de paisaje”, donde cocineros, chefs y productores no solo buscan que el plato sea delicioso y gourmet sino que represente fielmente una región de Neuquén. Y lo logran.
Al entrar a este gran restaurante entregan dos folletos: uno, contiene el programa del evento que dura tres días, con la intención de que nadie se pierda nada; otro, funciona como “carta del festival”, donde se despliegan más de 32 ofertas de cocina gourmet, con un detalle del plato con su respectivo precio. Por ejemplo: ceviche de trucha: trucha, cilantro, limón, choclo y cebolla morada, $600. Otro: bondiola braseada en pan de bagazo, más col, manzana y zanahoria y barbacoa de frutos rojos, $800. Como estos, más de tres decenas de opciones, que incluye la comida veggie también.
El boom de la pastelería pospandemia aquí se vive a full. En este rubro, la última hornada de talentos jóvenes se lucen con sus creaciones.
Al festival ya no le falta nada más. Por qué decimos esto. Porque la cocina de los pueblos originarios este año tiene una presencia notoria en la zona de los fuegos, en la Terraza Rústica, que tiene vista a una laguna y al Volcán Batea Mahuida. La comunidad mapuche Puel cocina costillar de asado con cuero, guiso de mondongo, mote y sopa piñonera, todo potente para vivir mejor el tiempo fresco que corre por acá. ¿Qué más pidió la gente en la primera jornada en este puesto? El locro al K´chral, que tiene costillas de chivo, zapallo, porotos, maíz pisado, salchicha parrillera, panceta ahumada y cantimpalo.
El parque de foodtrucks volvió con una oferta renovada. Este sábado, de sol radiante y lleno de miles de turistas, este sitio es recorrido de arriba a abajo tentándose con todo lo rico que hay por acá.
Como siempre, y esto es una singularidad de este festival, las clases magistrales aglutinan toda la tarde, en una sala especial, cantidades enormes de gente que están atentas al paso a paso de las recetas de los 20 chefs más encumbrados de la Patagonia.
Ayer, en la sección “Cocina Neuquén” se centró en el rescate de recetas de la confluencia, el sur, el centro y el norte, utilizando los productos que se destacan en esta región. Cocina la Confluencia Neuquina de la mano de Cristian Alfaro (Neuquén) acompañado por Sebastián Caliva (Neuquén); Cocina la Región Sur, con Verónica Mellina (San Martín de los Andes) y Martín Páez (Villa La Angostura); Cocina el Centro, aportando aromas y sabores con los fuegos de Antonella Silva (Zapala) y Martín Mosqueira (Zapala); Cocina el Norte Neuquino con Ornella Torres (Andacollo) y Nahuel Sepúlveda (Chos Malal).
Casi al anochecer, Federico Gastón Domínguez Fontán volvió a recordarnos porqué sigue siendo el rey de la pizza en la Patagonia.
Este festival no podía tener dos padrinos más histriónicos que Dolli Irigoyen y Christophe Krywonis. Dolli dio anoche su clase magistral tal como ella es, sencilla y estelar al mismo tiempo. Este sábado lo hará Christophe.
Ande por donde ande la multitud tiene la posibilidad de acceder a recetas creativas, precisión técnica y belleza de los productos. La suma de esto converge en una cocina donde el paisaje es montado en el plato para llevarnos de Pehuenia y Moquehue una experiencia única e irrepetible.
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