En Aluminé, el poder de un pizzero para convocar a disfrutar del folklore y el jazz en su bar

Todo pasa en ese bar, cantina o café que conocemos.

Cuando tenemos ganas o necesidad de juntarnos con alguien que incluso puede no ser muy cercano, normalmente lo hacemos en estos lugares.

Y es ahí donde le sacamos chispas al arte de la conversación, discutimos, intercambiamos pareceres y nos vamos conociendo un poco más.

En estos espacios hasta solemos enamorarnos.

Algunas veces pedimos un buen vino, una cerveza y una rica pizza.Y si a ese ámbito se le suma música en vivo, la cita es perfecta.

Esta es la idea con la que trabaja Mario Benegas (57), quien junto a su pareja Nancy crearon «Cirila», su pizza-bar, en Aluminé.

Previa a la primavera, el próximo miércoles (11 septiembre a las 21) a la oferta gastronómica del lugar, el maestro pizzero armó una peña folklórica para que lugareños y visitantes canten, hagan palmas y se animen al baile.

Y para la semana que viene, con otro aire, habrá una noche de jazz.

«Muchas veces pienso que los gastronómicos tenemos una pizquita de poder para armar en nuestros locales, que están protegidos y pensados para que interactuemos unos con otros, algo más que una oferta para comer y tomar. Siempre podemos darle una vuelta de tuerca para orbitar también en lo social y cultural. Es así como se desarrollan nuestros pueblos, me parece», piensa Mario en voz alta.

«Yo Como» lo escucha y lo comparte.

Es así como Mario, Nancy y sus empleados piensan en las pizzas que hacen como cápsulas que generan historias. Como momentos de conocernos un poco más unos a otros. «En un mundo dominado por la tecnología y la velocidad, frenar en un mundo vertiginoso, desquiciado y muy loco por muchos momentos está más que bueno. La gente lo agradece», subrayan los anfitriones.

La semana que viene, entonces, folklore y jazz en «Cirila».

Tras un invierno larguíiiiiiiiiisimo, la primavera inminente hecha a andar el buen ánimo en Aluminé. En «Cirila».