Contralmirante Cordero y Barda del Medio declarado municipio agroecológico
Esta realidad se concretó el pasado 15 de diciembre de 2022. En ella se prioriza la importancia en la producción sana de alimentos para una gran parte de la población, entre otras.
Por Victoria Rodriguez Rey (@victoriarodriguezrey)
La fundamentación de la ordenanza, sancionada el 15 de diciembre del 2022, reconoce y alerta sobre la crisis que enfrenta el sector frutícola. Da cuenta de que de las 900 hectáreas bajo riego, el 60 por ciento, se encuentra en estado de abandono o no productivas.
No solo esto se traduce en el debilitamiento de la red de pequeños productores locales, la emigración rural, sino también la falta de producción de alimentos de cercanía. Además asume el rol protagónico que debe tener el Estado municipal de Cordero y Barda del Medio en crear las condiciones para reconstruir la matriz productiva que fuera esencial para el desarrollo y la vida de la localidad y la región.
La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO) sostiene que «la agroecología permite el desarrollo sostenible de la agricultura, el avance hacia sistemas alimentarios inclusivos y eficientes y promueve el círculo virtuoso entre la producción de alimentos saludables y la protección de los recursos naturales».
Registrar, acompañar y fomentar el desarrollo agroecológico prioriza la Soberanía Alimentaria, el equilibrio ambiental, el desarrollo cultural, social y económico de los pueblos. “Hay numerosas experiencias en el mundo y dentro de nuestro municipio que demuestran que esto es posible a través de una agricultura agroecológica, acompañada de políticas públicas, investigación e inversión en ciencia y técnica”, expresa la Ordenanza.
El proceso de transición que demanda la producción convencional a la agroecológica deberá ser acompañada con herramientas para enfrentar los riesgos y limitaciones propios de ese proceso.
Claramente se trata de un marco normativo que promueve una nueva ruralidad, donde se prioriza la importancia en la producción sana de alimentos para una gran parte de la población. “Es saludable la ordenanza, porque refleja el proceso local. Hace bastante tiempo desde secretaría de Agricultura Familiar, el grupo de Realidad Rural, productores del Arroyón y de la región, entre otros, vienen produciendo de esa manera. La ordenanza propone un horizonte que luego hay que caminarlo y no es menor el empuje de las organizaciones que llevan adelante esto”, comenta el ingeniero agrónomo Miguel Sheridan, quien acompaña desde sus inicios el proyecto que hoy es ordenanza.
La normativa propone, entre otras cosas, fomentar y articular políticas programas y acciones que impulsen el desarrollo de sistemas de producción agroecológica, disponer un reordenamiento territorial y de promoción para el repoblamiento rural y el establecimiento de villas agroecológicas.
“Frente a la dominancia extractivista y explotación demográfica, plantear otro uso del suelo genera cierta chance de promover modos alternativos de producción. Una pena que el inicio del proceso sea por un retroceso en el modelo de desarrollo acá en la zona. No obstante, está bueno poner el foco en la agroecología y que algunos municipios lo vean como interesante”, opina Miguel Sheridan.
Las ordenanzas son herramientas en tanto cumplan sus propósitos y no se tergiversen sus objetivos. En este caso, no debería quedar en la expresión de una buena intensión, ni variar hacia una especulación turística e inmobiliaria. Estimular y acompañar hacia la producción sana de alimentos es urgente.
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