Fútbol virtual, un negocio que se priva de los hinchas

Redacción

Por Redacción

La abstinencia futbolera nos hizo mirar hacia atrás y traer al presente momentos gloriosos, y otros no tanto, de un pasado tan normal que paradójicamente hoy es definitivamente irreal. El fútbol con festejos, abrazos y multitudes en las gradas, está suspendido en una rareza de vigencia indeterminada. La pandemia del coronavirus nos ha trasladado a la sección “deportes en el recuerdo” en distintos formatos y variadas plataformas, esperando que todo vuelva a ser como antes. Mientras tanto, el hincha sufre la privación de la pasión, el futbolista acumula el ansia como una fiera enjaulada, y a la vez otras mentes desarrollan alternativas para que el negocio vuelva rodar junto con la pelota en un escenario casi virtual.

“El regreso del fútbol en algunas ligas es una buena noticia para la industria pero no tanto para los espectadores. Todos miramos a ver qué hacía la Bundesliga y todo su protocolo que no sólo depende de la federación de ese país, sino que también está involucrado el gobierno alemán en este caso”, afirma Diego Murzi, Licenciado en Sociología y Doctorado en Ciencias Sociales.

“Luego de más de dos meses dedicados exclusivamente a la salud, afloró la necesidad de que volviera la actividad básicamente por el negocio y hubo consenso para hacerlo. La Premier League, la liga más millonaria del mundo, tiene que tardar un poco más porque su situación sanitaria no es la misma que Alemania”, agrega Murzi, quien es además vicepresidente de la ONG Salvemos al Fútbol.

Las imágenes de las tribunas vacías como nueva normalidad aplicada al fútbol que zigzaguea los riesgos de la pandemia, deforma el concepto global del espectáculo. Los simpatizantes son un condimento insustituible para que el show sea completo, más aún por televisión.

Los intentos por minimizar la ausencia de hinchas, llevó a los clubes a las más variadas estrategias para mitigar la desolación de un estadio vacío: muñecos inflables, cartulinas con las caras de los hinchas o camisetas sobre los asientos libres que evoca una accidental y triste deshumanización en este regreso a medias de la actividad.

Camisetas del Colonia FC en las butacas vacías del estadio, en el partido ante el RB Leipzig, por la Bundesliga el pasado 1° de junio. (Foto/AP)

“Es un espectáculo en verdad desabrido, donde los jugadores no se abrazan para el festejo, no hay gente en las tribunas y la imagen fría que entrega la televisión se parece bastante a un videojuego. No estamos acostumbrados a que se filtre todo lo que se habla en la cancha, en los bancos. Y más aún en Alemania que es un campeonato que yo siempre miro por el colorido de sus tribunas y que funciona perfecto con los sistemas de seguridad. No es como la Premier que han dejado afuera a los sectores sociales más bajos. En la Bundesliga ha habido un equilibrio y eso se nota”, apunta Murzi.

P-  De todas las manifestaciones que hubo en Alemania para disimular la falta de hinchas. ¿Cuál te pareció la peor y la mejor, por decirlo de alguna manera?

R- Está claro que ninguna es la ideal para acompañar el espectáculo, pero por ejemplo en la liga de Corea del Sur pusieron unos muñecos inflables y para mí esa idea es ofensiva y deprimente. Pero otros intentos como las gigantografías con las caras de los espectadores me pareció peor. Rescato sí una idea que tuvieron en Dinamarca de poner distintas cámaras en las tribunas mirando a la cancha y lo veías por Zoom como si estuvieras allí. Los jugadores podían ver en las pantallas del estadio cómo los espectadores observaban el partido.

P- ¿Cuánto va a poder sobrevivir el fútbol sin espectadores?

R- Es muy complejo. Está en un mismo plano que los teatros, el cine, los conciertos. En Europa la actividad está muy amparada por la televisión pero nada te garantiza que la audiencia se vea cautivada eternamente para ver un fútbol con estas características. En el plano estrictamente deportivo, en la Bundesliga por ejemplo en la fecha que marcó el reinicio, ganó un solo equipo local entre todos los partidos cuando la media en condiciones normales es mucho más alta.

Diego Murzi, Licenciado en Sociología
y doctorado en Ciencias Sociales.

P- ¿La televisión podrá seguir bancando esta situación?

R- Cada Liga tiene su propio vínculo con la televisión y mucho va a depender de cuánto dure esta forma de ver el fútbol. Hay muchos países donde se paga un abono para acceder a ver los partidos, como ocurre acá. No sé cuántos espectadores estarán dispuestos a seguir pagando por ese tipo de espectáculo. Muchos de nosotros nos sentamos a “disfrutar” la vuelta del fútbol. La actividad en sí lo es, el resto no y responde a una nueva normalidad más allá de los gustos. Si esto perdura en el tiempo, no será bueno para nadie sin importar que se pueda seguir jugando.

P-¿Está en condiciones el fútbol nuestro en aplicar un protocolo similar al de la Bundesliga?

R- No va a quedar otra alternativa si se quiere dar un primer paso. En la página de la FIFA hay una serie de recomendaciones a cumplir que son requisitos esenciales, pero hay otros aspectos donde hay que avanzar, si se quiere mirando la experiencia en Europa. Se deberán cumplir pautas para la vuelta a los entrenamientos, se necesitarán testeos masivos y periódicos a todos los jugadores y cuerpo técnico, con un gasto que deberá correr por parte de los clubes. Y si además le agregamos a todas las divisiones inferiores, económicamente será una erogación que no sé cuántos estarán en condiciones de asimilar.

P- Después está el tema de los traslados…

R- Seguro. Todavía estamos muy lejos de volver porque primero debe haber mínimo un mes de entrenamiento. Siendo optimista no creo que hasta septiembre u octubre haya actividad alguna.

En la cancha del Vitoria Guimaraes ante el Sporting de Lisboa, en el reinicio de la liga de Portugal, se vieron este tipo de imágenes en las tribunas. (Foto/AP)

P- Hay mucha incertidumbre todavía, muchas preguntas sin respuestas…

R- Mirá, nosotros en la ONG Salvemos al fútbol queremos interiorizarnos en temas que tienen que ver con la realidad del fútbol infantil, que puede ser muy distinta a la de los futbolistas profesionales. La falta de actividad pega directamente en la realidad de los chicos de las formativas, muchos de ellos de bajos recursos para quienes el club lo es todo. Y hoy por hoy el club está cerrado, o sin actividad. Los chicos se alimentan distinto, dejan de hacer deporte y son problemas puntuales que no se están visibilizando. Los pibes tenían un aparato institucional que los bancaba y que hoy está congelado. Imaginate un chico de 18 años que estaba a punto de firmar su primer contrato. No sólo sufren el parate en lo físico, esto también los va a afectar en lo anímico. Ellos están desarrollando una carrera que hoy se les cortó, como a muchos otros en otras disciplinas claro.

P- ¿Qué pasa con el ánimo de los jugadores profesionales?

R- Ser futbolista es una profesión, como cualquiera del ámbito deportivo, que necesita de la acción, de la actividad permanente. El físico te lo pide porque está acostumbrado así. A lo largo del año son muy pocos los días libres que tienen, no es como en los ’80 que tenían como un mes de vacaciones. Ahora están siempre en plena competencia. Creo que este impacto en ellos ha sido grande.


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