Fuertes críticas a la defensa del odontólogo de Cipolletti acusado de abuso sexual
El fiscal jefe Santiago Márquez Gauna dijo que "carece de perspectiva de género" y que revictimizaron a la denunciante. La semana que viene se conocerá el veredicto contra Mariano Marques.
El fiscal jefe de Cipolletti Santiago Márquez Gauna descalificó la actuación del defensor de Mariano Marques, Pablo Iribarren, juzgado por un caso de abuso sexual agravado. Dijo que carece de perspectiva de género, que la estrategia fue revictimizar a la víctima y se mofó del postulado del defensor quien esgrimió que la condición social del imputado hacía inverosímil el relato de la víctima.
“No puedo escuchar más que me vengan a decir que hay un perfil de abusador. Cuántas veces vamos a escuchar a psicólogos serios decir que no hay un perfil. Si existiera sería todo tan sencillo. En vez de ustedes (jueces) traigamos psicólogos que nos digan si tiene el perfil o no”, dijo irónicamente en los alegatos de cierre que desarrollaron ayer.
El fiscal se tomó casi una hora y media para argumentar las razones por las cuales considera que el odontólogo, que arrastra otras dos causas por el mismo delito, abusó de una joven en el consultorio que atendía sobre calle Mengelle, a fines del 2020.
Se sostuvo sobre las declaraciones de los testigos y especialmente del relato de la víctima. Le pidió a tribunal que lo responsabilice por el delito de abuso sexual agravado. La semana que viene se conocerá el fallo de los jueces Marcelo Gómez, Julio Sueldo y la jueza Florencia Caruso.
Escuchamos algo que es inaudito, que las personas profesionales que viven en El Manzanar no pueden delinquir. Cómo se nos ocurre que una persona honesta, honorable, con una trayectoria social, reconocido, con mujer y tres hijas, con una familia va a ser un delincuente. Claro, no es una persona de color oscura de tez que vive en una toma».
Extracto del alegato de cierre del fiscal jefe Santiago Márquez Gauna.
Márquez Gauna empezó y cerró el relato de la misma manera: “¿Qué gana la víctima con esta denuncia? Nada. Otro indicio para probar que es cierto”. Sobre el final volvió a referirse a la falta de perspectiva de género de la defensa que según el fiscal elaboró la estrategia en torno a desacreditar el relato de la víctima desde la teoría psicológica.
“Tenemos que pedir al tribunal que juzgue con perspectiva de género -yo sé que la tienen- porque hay que escuchar a tipos como estos -defensa- que se paran a tratar de loca a una mujer. Porque lo siguen disfrazando, pero siguen ejerciendo violencia machista sobre las mujeres. Sé que es difícil defender, pero tratar de bulímica, de loca sin un solo asidero es innecesario. Que le pongan el ropaje que quieran, pero que carecen de esto que estamos pidiendo”, manifestó.
Siguió: “Después escuchamos algo que es inaudito, que las personas profesionales que viven en El Manzanar no pueden delinquir. Como se nos ocurre que una persona honesta, honorable, con una trayectoria social, reconocido, con mujer y tres hijas, con una familia va a ser un delincuente. Claro no es una persona de color oscura de tez que vive en una toma y que no terminó la secundaria.”, expresó ante la mirada del tribunal y las partes. El imputado no estuvo en la sala principal por pedido de la víctima y siguió el alegato en otra sala del poder judicial.
La defensa a cargo de Iribarren fortaleció sobre un trastorno de la personalidad de la víctima. Un testigo de la defensa dijo que había muchas posibilidades que “sufra” un trastorno de persona histriónica, aunque no se realizó la pericia. Se explayó sobre los testigos que estuvieron con la joven tras el hecho y aseguró que hay muchas contradicciones en las declaraciones.
Valoró lo que señalaron como contradicciones entre los testigos, principalmente policiales, respecto del momento de la detención de su cliente. Además, consideraron que existía un relato construido y que existían contradicciones respecto de si la víctima al momento de los hechos se encontraba anestesiada, dormida, medio dormida o con los ojos cerrados.
Según la acusación, el hecho ocurrió el 18 de noviembre del año pasado cuando el acusado – mientras atendía en su consultorio privado – abusó sexualmente de su paciente. Al advertir la situación, la mujer se retiró del consultorio y pidió ayuda a los presentes, momentos en los que el acusado intentó disuadirla para que no diera aviso a nadie más.
Tras no lograr convencer a la víctima, el hombre se retiró a bordo de una camioneta y fue detenido en cercanías de calles O’Higgins y Ruta 151. Cuando fue acusado formalmente se le dictó prisión preventiva.
Luego de varios meses, por un informe psicológico, se le concedió el beneficio de la domiciliaria. Semanas atrás recuperó su libertad porque agotó los plazos de la medida cautelar. También se conoció, horas previas al inicio de este juicio que fue sobreseído en una de las tres causas que tenía. Durante el debate se sumó una nueva acusación por abuso sexual.
El Tribunal adelantó que el veredicto se conocerá el viernes 30 de este mes en horario a designar.
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