El otoño en la Patagonia pinta paisajes de ensueño del Alto Valle a la cordillera
Las temperaturas descienden, la vegetación cordillerana se viste de cálidos colores que van de amarillos, ocres y rojos intensos. El otoño indica el término de un ciclo y prepara a la naturaleza para el letargo invernal. Un entorno maravilloso que inspira y conmueve a cualquiera.
“El otoño en Huechulafquen no es otoño, es un duende pintor de cordillera”, escribió Marcelo Berbel en una canción y en abril el duende con sus pinceles, transforma no solo aquel lugar cerca de Junín de los Andes, sino cada rincón del Alto Valle a la cordillera patagónica. Tonos amarillos, rojos y ocres en paisajes de ensueño invitan a ser recorridos.
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