Fiesta Nacional del Puestero en Junín de los Andes: 16 fotografías para disfrutar lo mejor del campo

La ciudad cordillerana recibió a cientos de visitantes que se acercaron a presenciar las mejores destrezas campestres. Se trató de la edición número 34 de este tradicional encuentro, que tuvo lugar en el Centro Huiliches.

La Fiesta Nacional del Puestero en Junín de los Andes contó este año con una gran concurrencia de público. En su edición número 34, los visitantes llenaron de color y emoción el predio del Centro Huiliches «Héroes de Malvinas», en donde turistas, locales y extranjeros -principalmente de Chile-, disfrutaron de las destrezas de los puesteros y del quehacer cotidiano del campo argentino.

Las destrezas de los puesteros y trabajadores del campo. Fotos Patricio Rodríguez

Con la presencia de avezados «camperos» de distintos regiones del país, se pudo disfrutar de las carreras a caballo. En las denominadas «la vuelta al palo», dos jinetes largan a la par e intentan lograr -en el menor tiempo posible- correr a caballo un determinado trayecto, dar dos vueltas alrededor de un poste y volver a la línea de largada.

La pialada de terneros. Patricio Rodriguez

Luego fue el turno de la pialada, en la cual dos parejas de «enlazadores» intentan atrapar a un ternero con sus lazos desde distintas posiciones en el campo. El término proviene de “pialar”, que significa amarrar las patas.

El hombre de campo con su lazo para pialar animales.

También hubo tiempo para demostraciones de «yerra» o marcado del ganado. Pero el broche final estuvo a cargo de las «jineteadas», en donde hombres duros y de gran valor realizan la doma de potros indómitos, que a menudo suelen ganar los duelos.

Una enorme cantidad de público disfrutó del espectáculo.
Marcar los animales fue otro de las tantas labores que se mostraron en la Fiesta del Puestero.
En medio de las exhibiciones, las charlas entre amigos en las tribunas fueron comunes.
La doma demuestra el coraje del hombre de campo.
Los más pequeños también se sumaron con la vestimenta típica de los puesteros.
Hombre y caballo se unieron para demostrar sus habilidades.
Cinco días de fiesta vivió Junín de los Andes.
La gente recorrió los puestos feriales.
Productos para el hombre de campo fueron parte de los artículos en venta por los feriantes.
La doma de caballos fue el más convocante de los espectáculos.
Muchos llegaron en sus propios caballos al predio.
La doma constituyó el principal atractivo del evento.

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