Forestación con sauces para rehabilitar canteras
El INTA Alto Valle junto con la Municipalidad de Allen plantaron 800 sauces para rehabilitar una cantera de áridos en la Isla 16 y al mismo tiempo promover el uso recreativo de ese sector.
Por S. Izaguirre, S. Romagnoli y E. Thomas (INTA)
El proceso de extracción de áridos para su uso en la industria de la construcción, genera impactos sobre el ambiente de la locación minera y su entorno, no solo en términos geológicos y ecológicos, sino también en términos paisajísticos y sociales. En varios países del mundo se utilizan distintas tecnologías de restauración, entre las que se destaca la revegetación con especies forestales.
“La extracción de áridos en las canteras genera múltiples impactos ambientales: desde el desmonte hasta la decapitación del suelo y la remoción de los materiales de interés”, explicó el ingeniero forestal del INTA Alto Valle, Esteban Thomas, y agregó: “Por esa razón llevamos adelante el proceso de rehabilitación de esos ambientes para permitir el uso recreacional posterior”.
El restablecimiento total o parcial de un ecosistema se realiza en aquellos entornos modificados por disturbios externos. En esa línea, el equipo de profesionales del INTA comenzó a trabajar en una propuesta de revegetación con clones de sauces Los Arroyos y Agronales, debido a que están muy bien adaptados a la región.
“La extracción de áridos genera múltiples impactos ambientales: desde el desmonte hasta la decapitación del suelo”
Esteban Thomas – Ingeniero forestal (INTA Alto Valle)
El convenio de asistencia técnica firmado entre la Municipalidad de Allen y el INTA prevé la forestación con sauces en una superficie de aproximadamente 20 hectáreas en el sector afectado de la Isla 16. Hasta el momento, “se plantaron unos 800 sauces entre 2019 y 2020, y se estima terminar de plantar en una tercera etapa el año que viene”, señaló Sergio Romagnoli, técnico del INTA Cipolleti que integra el equipo.
Además, el proyecto incluye etapas de monitoreo y control de plagas que puedan afectar el crecimiento de los sauces implantados. Según detallaron los técnicos, se colocaron protectores individuales para prevenir el daño que ocasionan las liebres y las hormigas, y se realizó una exhaustiva prospección para localizar y marcar hormigueros para su control posterior.
En esta experiencia de reforestación se empleó la técnica silvícola denominada “plantación a raíz profunda” que consistió en realizar hoyos con una retroexcavadora para localizar la napa freática – ubicada entre 1,2 m y 1,5 m de profundidad – y se colocaron varillones de sauce en contacto con la misma. De esa manera, los árboles pueden absorber agua de la napa freática sin necesidad de suministrarla a través de riego superficial.
Luego de la primera etapa de plantación – a mediados de marzo de este año – se contabilizaron los árboles vivos y se verificó que los sauces alcanzaron un índice de supervivencia del 85%. Al mismo tiempo, los técnicos geolocalizaron los pozos, determinaron profundidad de la freática, señalaron los clones de sauces plantados y la ubicación de hormigueros para cargar todos esos datos en un sistema de información geográfica (GIS) que permita realizar un seguimiento permanente.
Actualmente se está procediendo a la instalación de una red freatimétrica para monitorear y conocer el comportamiento estacional y sectorial de la profundidad de las aguas subsuperficiales en el predio.
Este proyecto de forestación en Allen, tiene como antecedente la vinculación público-privada entre el INTA y la empresa Hormigonera del Interior SRL a partir de la cual en 2015 se plantaron sauces en una cantera ubicada en la localidad de Cervantes. Allí se utilizaron los clones Los Arroyos INTA-CIEF, Agronales INTA-CIEF y Géminis INTA-CIEF, obtenidos a través del Programa de Mejoramiento de Sauces, con sede en el INTA Delta del Paraná.
A partir de la evaluación de diversos materiales genéticos de sauce en parcelas experimentales instaladas desde 2010 en la región, fue posible arribar a recomendaciones específicas para los valles de Patagonia Norte. Además, la elevada supervivencia inicial de los árboles en la experiencia de Cervantes y el crecimiento logrado en estos cinco años, permitieron divulgar y replicar la experiencia en Allen.
El equipo técnico espera que estas iniciativas brinden herramientas a escala regional para mitigar el impacto ambiental de las canteras: “Consideramos que las etapas de forestación podrían iniciarse gradualmente antes del cierre operativo de las canteras –en aquellos sectores donde haya culminado la extracción–, logrando minimizar los tiempos que demanda el proceso de rehabilitación de esos ambientes”, concluyó Thomas.
Datos
- 800
- Los sauces que se plantaron entre 2019 y 2020. Se estima terminar de plantar en una tercera etapa el año que viene.
- 85%
- El nivel de supervivencia que alcanzaron los sauces implantados.
Comentarios