Florencia Penacchi, 13 años desaparecida

(16 de marzo de 2005-16 de marzo de 2018) María Florencia Penacchi hace 13 años es buscada por su familia, amigas, amigos, estudiantes, ciudadanía “de a pie”. Para quienes no la conocieron, les cuento que Flor, mi prima, es una persona encantadora. Alegre, solidaria, estudiosa, amable con la gente y con los animales.

Nació en Neuquén, como tantas hijas de profesionales que vinieron a la provincia de los derechos humanos a afincarse, confiando en el progreso que la próxima vuelta a la democracia gestaba. Enriquecerla con saberes y experiencia, hacerla propia. Eso se dio como un proceso natural.

Toda la familia amamos y defendemos a Neuquén. Tomamos agua del Limay, lo nadamos, lo remamos, lo disfrutamos, lo cuidamos. La recorrimos, conociendo todo lo que hemos podido.

Flor, Flopy, fue al jardín, a la primaria, al secundario aquí, en Neuquén Capital. Su espíritu curioso la llevó a practicar distintos deportes, artes, idioma, siempre con una gran impronta social.

Las posibilidades familiares le permitieron trasladarse con su hermano Pedro a vivir la etapa de estudiante en Buenos Aires, con la ilusión de volver a su provincia recibida. La UBA, en la Facultad de Economía, y la militancia en TNT era parte de su rutina, junto con el trabajo para el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, en el Instituto de la Vivienda.

Fue desaparecida, secuestrada una mañana, en la vía pública. La denuncia de desaparición, hecha en la Comisaría 23ª de su barrio, Palermo. No hay respuesta institucional.

El agobio, la angustia de no saber dónde está, qué pasó con ella desde el 16 de marzo de 2005, no puede describirse. No hay calma para esto.

Soportar tanto tiempo la sinrazón de extrañarla, desquicia, enferma la mente y el cuerpo. Sobreponerse sólo para buscarla.

Con el transcurso de los años, se suceden nacimientos y fallecimientos en nuestra familia, como en todas.

La presencia de Flor, con los 24 años que tenía cuando dejamos de comunicarnos, de vernos, de abrazarnos, de charlar, de compartir, está rodeada de la tortura del sufrimiento por su ausencia.

En estos días su mamá, la doctora Nidia Aguilera, está tratando de recuperarse de una larga intervención quirúrgica, y no podrá hacerse presente en ninguna manifestación pública. Por ella pedimos a la ciudadanía sumarse a la exigencia de seguir su búsqueda, investigación y justicia.

Los clamores por un mundo equitativo, en las calles de muchas ciudades y pueblos, son una gran herramienta social. “La única lucha que se pierde es la que se abandona”, un lema real y permanente.

Los indicios hacen pensar que Flor fue esclavizada por una red de trata de personas. No es la única mujer secuestrada para ser explotada con tan repugnante objetivo.

El encubrimiento debe terminar y la verdad y la justicia accionar.

Sigamos sembrando conciencia.

Eliana Fernández

DNI 17.194.733

María Lilen Argat

DNI 29.919.803

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María Lilen Argat

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