Filme independiente recorre la Patagonia

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- «Un día de tormenta la hija de mi guionista trajo un gorrioncito que se había caído del nido. Al día siguiente bajaron al patio de la casa otros gorriones a buscarlo y llevarlo.

«La aparición de ese pajarito fue el puntapié para comenzar a investigar la historia del gorrión, una historia particular. Un pajarito inmigrante, muy simple, común, que aparentemente no tiene grandes virtudes pero que habita con el hombre. Un pajarito siempre discriminado, con mala prensa, como muchos inmigrantes».

Así relata Patricia Martín García el nacimiento del filme «¿Quién está matando a los gorriones?», para cuya producción independiente contó con la colaboración de Elsa Ramos y un equipo de colaboradores. La directora refiere que la película trata el tema de la intolerancia y la discriminación a lo largo de la historia argentina. Con humor, si bien es una propuesta para reflexionar, «quisimos ver el pasado y el futuro pero sin clavarnos puñales por las cosas terribles, a veces tragicómicas, que nos han pasado. Pensando en un futuro mejor».

Basada en hechos reales, cuenta historias «que no son muy conocidas, que tienen que ver con la discriminación del tango hasta la ejercida con la flor del ceibo, a través de episodios cómicos y tristes. Contiene un humor fino que no provoca carcajadas pero sí una sonrisa», explica.

Con el apoyo del Instituto Nacional del Cine están presentando el filme en todo el país antes de estrenarse en Buenos Aires. «Es una decisión política de quienes produjimos esta película».

Después de proyectarla en agosto en Puerto Madryn (Chubut), hicieron lo mismo el Villa La Angostura y esta ciudad. El público de Roca tendrá oportunidad de conocerla hoy a las 20.30 en el Auditórium Ciudad de las Artes de la Fundación Cultural Patagonia, con entrada a 3, 2 y 1 peso. Luego visitarán Allen y Neuquén, el sur de la provincia de Buenos Aires y La Pampa.

Aunque la empresa «no es fácil, tampoco es imposible. Decidimos iniciar la gira en la Patagonia, una de las regiones más hermosas de la Argentina, para contar una historia de Buenos Aires que tiene que ver con todo el país», coinciden.

Consecuentes con la idea de la producción independiente, «decidimos que el estreno y la difusión también fueran diferentes. Queríamos entrar en contacto con la gente, inocularle el deseo de ver cine argentino, que sepa que hay muchos directores nuevos, distintos, que no hacen un solo tipo de cine, y en la variedad está un poco el placer».

Aquel movimiento de cine independiente surgido en 1997 tuvo origen en «problemas en el Instituto del Cine por los créditos que se otorgaban a directores noveles. A partir de entonces empezaron a trabajar de otra manera, buscando la forma de hallar los recursos. En algunos casos con dineros propios y en otros haciendo algo que en la Argentina parece imposible: trabajando para cobrar a futuro, cuando tuviéramos el dinero». La novedosa modalidad fue aceptada por el sindicato del cine y la gente, señalan.

La seriedad y perseverancia en el trabajo quedan demostradas en el producto. «Si no, no hubiéramos terminado la película. Será mejor o peor pero el cine argentino siempre es algo muy especial, somos nosotros que estamos en la pantalla», considera Martín García.

Una trama para pensar

Protagonizada por Daniel Aráoz, Nélida Romero y Saúl Jarlip, la historia de la película recrea aspectos de la historia desde 1872 hasta la actualidad. «También nos atrevemos a suponer algunos acontecimientos de 2030. En el futuro estaríamos bastante controlados y hablamos de ello para que podamos prevenirlo, ver cómo vamos a advertir ese control», según Patricia Martín García y Elsa Ramos.

Esa dependencia estaría basada en la información. «Tarde o temprano no va a ser todo tan libre. De hecho ya desde Europa y Estados Unidos se espían las redes informáticas y hasta nuestro correo privado. Como toda la información de la televisión empieza a circular por fibra óptica, el control va a empezar a ser más grande», refieren las realizadoras.

Por eso, señalan, «nos preocupa la libertad de prensa y de expresión». Si a eso sumamos que no es posible determinar quiénes son en realidad los dueños de los grandes medios «es imposible saber de qué lugar del mundo nos dicen qué vamos a hacer o pensar». Como el poder estará en la posesión de información «el tema es tratado en esta película de tal manera que permite muchas lecturas». Lo único que puede hacer frente a ese fenómeno es la memoria oral, consideran. «Lo que transmitamos de lo que vivimos es único, no puede hacerlo nadie más. En muchas ciudades se está trabajando con eso porque es una manera de rescatar aquello que inexorablemente morirá.

Aráoz es el jefe de la «policía intermediática» del 2030 «que está loco. No habla, su trabajo actoral tiene que ver con el cuerpo» y Romero y Jarlip interpretan a dos «abuelitos deliciosos».