Feudal prometió «el gobierno más transparente de la historia»
Desde ayer es el nuevo intendente de Bariloche.
SAN CARLOS DE BARILOCHE .- «El gobierno más transparente de la historia de Bariloche». Eso, ni más ni menos, prometió ayer el flamante intendente Atilio Feudal en su juramento.
En una emotiva ceremonia al aire libre en la escuela La Llave, ante una jornada espléndida y numerosos vecinos, el nuevo jefe comunal dijo que recibe un municipio endeudado en 25 millones de pesos pero auguró que «Bariloche va a salir, y rápidamente, de este apuro».
«Vamos a crear un Bariloche incorruptible» afirmó, para citar luego al presidente Fernando de la Rúa en su asunción del viernes: «cada peso mal gastado o que va a la corrupción, es un par de zapatillas menos, un plato de comida menos, menos gasa para los hospitales y menos educación para nuestros hijos» .
Atilio Feudal tiene 50 años y es contador público. En 1983, la recuperación de la democracia lo tuvo al frente del municipio como presidente del Concejo, con facultades ejecutivas hasta el 95.
Por eso y por ser amante de los símbolos, ayer comenzó su discurso con los acordes de «Volver a empezar», de Alejandro Lerner, y lo cerró con los versos de «Sólo le pido a Dios», de León Gieco. En ambos casos, acompañado por la música que puntualmente ejecutó la banda de la Escuela Militar de Montaña.
Feudal dijo que seguirá en la senda indicada por «dos personas que han marcado el rumbo político de este intendente. Vamos a trabajar con la humildad, decencia y transparencia de Arturo Illia. Y con la tenacidad, la ideología y la fuerza anímica de Raúl Alfonsín».
También auguró «un nuevo amanecer para Bariloche» a la que prometió transformar en una «ciudad espléndida».
Será, dijo, «la capital humana de la Patagonia. Va a dejar atrás sus rastros de aldea para transformarse en una ciudad feliz y de respeto mutuo. Por eso hay un nuevo sol, un nuevo amanecer, en donde el dinero y la economía no serán lo más importante».
Pero Feudal también saltó a tópicos más concretos. Al reseñar «el gravísimo endeudamiento que recibimos» el intendente dijo de acuerdo a lo evaluado por sus colaboradores «más de 15 millones de pesos son exigibles en forma inmediata y casi 10 millones forman parte de juicios y obras que hay que pagar».
En ese sentido anticipó que mañana ingresará al Centro Cívico con escribanos, contadores y abogados «expertos y objetivos».
Con ese equipo técnico procurará precisar el patrimonio que recibe y «determinar también si existe o no responsabilidad legal del tremendo endeudamiento que nos dejan».
Afirmó también que antes de dos meses dará a conocer públicamente el resultado de ese arqueo.
Anticipó que dará un decidido respaldo político al personal de planta del municipio porque «confiamos en ellos y tienen que demostrar que son capaces de justificar los sueldos que ustedes (los vecinos) les pagan mes a mes».
También vaticinó que en su gobierno se plasmará una participación absoluta del pueblo barilochense, en forma directa y a través de sus entidades representativas.
Antes del juramento de Feudal (que hizo por Dios, la patria, el pueblo de Bariloche y su familia), le tocó el turno a los nuevos concejales e integrantes del Tribunal de Cuentas.
Como presidenta del Concejo juró Graciela De Biase (Alianza UCR-MUP), en tanto que Andrea Casal (PPR) y Ester Acuña (PJ) lo hicieron como vicepresidenta primera y segunda respectivamente.
Luego les tocó a los ediles Ricardo Spoturno, Alberto Icare, Marcelo Cascón y Wálter Arneodo (por la Alianza UCR-MUP), Claudio Lueiro (por el PPR), Irma Haneck (por el Frente Grande) y Jorge Temporetti, por el MPP.
Nora García (Alianza) será la presidenta del Tribunal de Cuentas, y será secundada por Pablo Ruberti, del mismo partido, y Angel Barriga, del PPR.
Previamente, la ceremonia había comenzado en la sede del Concejo y luego se trasladó al Centro Cívico, donde Feudal le tomó juramento al resto de los funcionarios municipales.
Sol a pleno y chocolate
SAN CARLOS DE BARILOCHE ).- El sol radiante y el viento en calma deben haber estado entre las pocas cosas de la escenografía de asunción que el intendente Atilio Feudal no se pudo atribuir. Todo lo demás llevó su sello.
Aficionado a las citas y los hechos emblemáticos, quiso realizar el tramo central de la fragmentada ceremonia de jura en un lugar cercano a los barrios más carenciados de la ciudad.
Y se encargó de remarcarlo en su discurso. «Estamos en medio de los barrios altos, de los más necesitados, los que tienen los mayores problemas. Pero no venimos sólo para prometer solidaridad. Tampoco para decir que vamos a hacer la obra de infraestructura que hace falta y haremos. Venimos para decirles que pertenecemos a estos barrios, que nos sentimos junto a ustedes permanentemente» expresó, en uno de los momentos más emotivos del acto.
Antes y después habían transcurrido las citas a las canciones de Lerner y León Gieco (ver aparte), y también el recuerdo de las palabras de Fernando de la Rúa en su asunción del viernes.
Fue otro símbolo importante la presencia del secretario nacional de Turismo, el marplatense Hernán Lombardi, que para Feudal fue un signo de que «el gobierno nacional no se va a olvidar de Bariloche».
Lo que no estuvo demasiado estudiado, eso sí, fue el remate del acto. Bajo unos 25 grados de temperatura, desde el palco invitaron a degustar el chocolate caliente que preparó el Ejército. Igual, algunos se animaron. Todo sea por la democracia.
El futuro de Miguel
Después de una gestión difícil y de traumático final, el ex intendente César Miguel quiere volver su atención a sus dos hijas, Alejandra y Andrea, a las que según él mismo confesó, «tenía un poco abandonadas con mi trabajo».
Le prometió a la menor, Andrea de 18 años, que la acompañaría en sus primeros pasos en Buenos Aires donde encarará la carrera de Abogacía, y estará dispuesto a ayudar a ambas en lo que demanden.
Pero no se alejará por mucho tiempo de la cuestión política, tarea que desarrolla con pasión desde que era muy joven.
En este sentido, a Miguel no le faltan proyectos. Descarta por ahora otras aspiraciones electorales, debido a que prefiere dedicar mayor esfuerzo al Instituto de Estudios Regionales, entidad que se orienta a la realidad de la Línea Sur y sus vínculos con Bariloche.
Para el ex intendente las relaciones con esa marginada región fueron siempre una preocupación central.
También anticipó su intención de retornar al trabajo en su actividad privada de preferencia: la construcción.
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