Feroz atentado en Moscú dejó al menos 8 muertos
Una poderosa bomba explotó en un céntrico paseo subterráneo de la capital rusa, provocando la muerte de al menos ocho personas y heridas a más de medio centenar. El artefacto, que contenía el equivalente de entre 400 y 1.500 kilogramos de dinamita, produjo enormes daños a la estructura, en una hora donde abundaba el público. Las autoridades rusas responsabilizaron del desastre a rebeldes chechenos, que luchan por la independencia de esa región.
Moscú (EFE).- Una explosión en el paso subterráneo más céntrico y concurrido de Moscú causó ayer la muerte de al menos ocho personas e hirió a medio centenar, al tiempo que resucitó el fantasma terrorista un año después de dos atentados que costaron 210 vidas.
El presidente ruso, Vladímir Putin, fue inmediatamente informado de la explosión, envió un mensaje de condolencia a los familiares de las víctimas y convocó a tres ministros y al servicio de Seguridad del Estado para una reunión urgente en el Kremlin.
Mientras, la Policía acordonó las inmediaciones del lugar y el Ministerio del Interior montó un dispositivo para controlar con todo rigor las salidas y entradas de la capital.
El corazón comercial de la capital, en la plaza Pushkinskaya y confluencia de la calle Tverskaya y el popular «bulevar verde», se convirtió en un caos de humo, carreras y gritos inmediatamente después de la deflagración, ocurrida poco antes de las 18.00 hora local .
Pero bajo la calzada, en el inmenso paso subterráneo formado por un dédalo de galerías repletas de pequeños comercios y donde convergen tres estaciones de metro, la escena fue dantesca.
Duras imágenes de televisión transmitidas al disiparse parte de la humareda mostraron cadáveres y miembros humanos amputados, bomberos tosiendo y una destrucción casi total.
Por los efectos visibles, con supervivientes medio desnudos y ennegrecidos y con restos de ropas calcinadas, la explosión produjo una llamarada y una onda expansiva que hizo el «efecto chimenea» en el túnel.
Frente a la boca del paso subterráneo por donde salió más humo se encuentra el edificio de la lujosa galería comercial «Actor», en la que se ubican las oficinas de turismo de España y de la Generalitat de Valencia.
Las fuentes oficiales no descartaron ninguna posible causa de la explosión, desde un atentado con bomba a un accidente fortuito, versión alimentada por testigos que vieron durante el día a unos trabajadores usar soldadura autógena dentro de la galería.
A esa hora se informó del rescate con vida de una mujer de 66 años entre los escombros, superviviente milagrosa de una carga explosiva equivalente a entre 400 y 1.500 gramos de dinamita, según los técnicos de de seguridad.
La confusión inicial hizo que los datos facilitados por los cuerpos de seguridad y sanidad no coincidieran en el número de muertos y heridos, pero el balance oficial tres horas después era de ocho muertos y 53 heridos, once de ellos graves.
Pero artificieros de la Policía explosionaron un paquete sospechoso situado junto a un supermercado armenio al otro lado de la calle, sin que se informara inmediatamente de si era o no una bomba.
Putin convocó a su despacho en el Kremlin a los titulares de Defensa, el mariscal Igor Serguéyev; Interior, Vladímir Rushailo; y Situaciones de Emergencia, Serguéi Shoigú. En ausencia del director del Servicio Federal de Seguridad (FSB, ex KGB), a la reunión también asistió el número dos del departamento, Vladímir Prónichev.
Rushailo informó en rueda de prensa, tras salir del Kremlin, de que Putin «ha tomado la investigación bajo su control personal» y Prónichev dijo que había ordenado alerta máxima en instalaciones «de interés para los bandidos», como centros nucleares.
Shoigú, quien había visitado previamente la zona del centro de la capital donde se produjo la explosión, dijo que, según el último balance oficial de víctimas, había siete muertos y 53 heridos, once de ellos «muy graves».
Posteriormente, el Ministerio del Interior elevó a ocho las víctimas mortales, aunque el servicio municipal de ambulancias mantuvo la cifra de siete.
A falta de confirmación oficial sobre las causas de la explosión, el alcalde de Moscú, Yuri Luzhkov, se decantó por acusar a los extremistas chechenos, a quienes en septiembre del año pasado ya se responsabilizó de dos atentados que causaron la muerte de 210 personas, pero cuyo origen nunca se aclaró. Ambos actos terroristas y otros dos en otras ciudades rusas, con un balance global de 292 muertos, sirvieron al Kremlin para desencadenar la intervención militar en la república separatista de Chechenia, aunque los chechenos siempre negaron cualquier implicación.
Moscú (EFE).- Una explosión en el paso subterráneo más céntrico y concurrido de Moscú causó ayer la muerte de al menos ocho personas e hirió a medio centenar, al tiempo que resucitó el fantasma terrorista un año después de dos atentados que costaron 210 vidas.
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