Fernández definió a Vaca Muerta como el corazón energético del país

Lejos de la agenda sanitaria, el presidente encabezó un acto en Loma Campana con anuncios para el sector hidrocarburífero. Presentaron el Plan Gas 4 y anticipó un descongelamiento de tarifas residenciales, pero “con prudencia”.

El presidente Alberto Fernández lució, esta vez, convencido. Lejos de las declaraciones que alguna vez lo ubicaron con dudas acerca del potencial de Vaca Muerta, ayer la definió como “el corazón de la energía argentina” y uno de los motores para hacer andar la economía, castigada por la crisis de la pandemia.

En su visita ayer al yacimiento emblema de YPF, Loma Campana, el mandatario nacional dejó de lado la agenda sanitaria en lo que fue también un alivio para el gobernador Omar Gutiérrez, presionado por la saturación del sistema de salud y los sectores económicos y políticos que se rehúsan a cumplir las nuevas restricciones.

La excusa oficial para el evento fue la presentación del Plan Gas 4 o Plan de Promoción de la Producción de Gas Argentino para incentivar a las empresas a que retomen las inversiones en el segmento del gas que se paralizaron hace más de un año.

Sin embargo, no hubo detalles finos del programa durante la presentación, sino que se buscó dar un mensaje político de reactivación económica y respaldo a la industria.

“Estoy feliz de estar en Neuquén, feliz de estar en Vaca Muerta que era una aspiración que tenía hace mucho tiempo: conocer cómo era el corazón de la energía argentina”, afirmó Fernández, quien llegó al aeropuerto Presidente Perón pasadas las 12, desde donde se trasladó en helicóptero hasta la locación.

La comitiva estuvo integrada por el ministro de Economía, Martín Guzmán, por el secretario de Energía, Darío Martínez, y el ministro del Interior, Eduardo “Wado” De Pedro. En la capital neuquina no hubo actividad, sino que se repitió la metodología del expresidente Mauricio Macri cuando visitaba los yacimientos.

En Loma Campana, Fernández visitó las oficinas de la gerencia de No Convencionales de YPF y recorrió las salas de control y de geo navegación de la petrolera. El presidente también dijo estar “feliz” de estar en la empresa “bandera argentina en materia energética” y aseguró: “la necesitamos más viva que nunca”.

Aseguró que la empresa nacionalizada debe ser reconstruida porque, con el gobierno anterior, “YPF sufrió como sufrió el país”.

Como viene haciendo en sus últimas apariciones públicas, el presidente volvió a cuestionar al gobierno de Macri al que describió como “cuatro años muy difíciles donde todos se olvidaron de la gente, donde hubo que pagar aumentos siderales de tarifas y donde la producción de gas declinaba”.

Durante su discurso, que duró poco más de ocho minutos, Fernández mencionó en repetidas oportunidades a Gutiérrez -utilizó el coloquial Omar- para reafirmar sus coincidencias.

“Muchísimas gracias por esta decisión histórica, Alberto. No pasa desapercibido para los gobiernos provinciales que, en este contexto, el gobierno nacional haya decidido apoyar firme y a fondo en la industria”, planteó Gutiérrez en un enfático discurso.

El anuncio cayó bien en la industria y rápidamente se difundió un comunicado de la CEPH analizando el plan como “una política adecuada para incrementar la producción local de gas natural”.

Si bien Fernández reconoció que “YPF está en situación de privilegio para aprovechar este plan”, dijo que “el objetivo no es beneficiar a YPF en perjuicio de otro”.

“Queremos también dar las certezas que se perdieron con esa resolución (la 46 de la gestión anterior) y la modificación que vino después. Necesitamos que empresarios de un negocio a tan largo plazo tengan confianza de que estas reglas van a permanecer en el tiempo”, planteó.

Buscan poner las tarifas “en orden”

El presidente Alberto Fernández abrió ayer por primera vez la posibilidad de un descongelamiento de las tarifas de gas residenciales, aunque aseguró que será “con exactamente el mismo cuidado que hasta hoy”. Las mismas se habían congelado en diciembre del año pasado con la sanción de la Ley de Solidaridad, pero la medida se prorrogó en junio por seis meses más en el contexto de la emergencia sanitaria.

“Lo que no podemos hacer es volver a convertir las tarifas en un problema para los argentinos. Vamos a hacerlo con la prudencia con la que actuamos. Cuando uno revisa, los argentinos han evitado pagar un 70% de aumento durante la pandemia. El cuidado que hemos tenido en la pandemia vamos a tenerlo en la normalidad. Seremos muy cuidadosos”, aseguró.

El presidente reafirmó que el congelamiento dispuesto durante la pandemia evitó que “los argentinos tuvieran que sufrir por el riesgo de quedarse sin gas”, pero anticipó que “llegó la hora de empezar a poner en orden todo, en medio de la crisis mundial que la pandemia ha generado”.

Fernández aseguró que el Plan Gas 4 que comenzará en los próximos días permitirá “garantizar el gas que la Argentina necesita y dejar de pensar en importar gas, que son divisas que se van”.

(Por Victoria Terzaghi) El ahora bautizado Plan de Promoción de la Producción de Gas Argentino, más conocido como el Plan Gas 4, que presentó ayer el presidente Alberto Fernández, era el anuncio más esperado del año en la industria hidrocarburífera que ya se encontraba en crisis antes de la llegada de la pandemia.

El programa apunta a reemplazar con producción nacional una buena parte del gas que se importa, generando un ahorro en sus cuatro años de vigencia de 2.574 millones de dólares y por medio del cual desde el gobierno se espera incentivar una inversión del orden de los 5.000 millones.

El plan viene a responder a uno de los pedidos más fuertes que hace la industria petrolera que es la existencia de reglas claras, dado que se trata de un programa con contratos a cuatro años. Sin embargo, desde la industria hubo ayer una suerte de sabor amargo en el anuncio dado que no se reveló la letra chica del programa.

El secretario de Energía, Darío Martínez, detalló que se garantizará un precio tope a las productoras de 3,70 dólares por millón de BTU, es decir 1,70 dólares extra por sobre el valor promedio que hoy tiene el gas en el mercado nacional. Con ese precio adicional, el gobierno busca que las empresas retomen las inversiones en el segmento del gas que se paralizaron hace más de un año y que se tradujeron en este invierno en cortes de suministro a industrias en los días más fríos a raíz de la caída o declino de hasta el 16% que ya se registra en la producción.

Martínez detalló que “la expectativa que tenemos es de 12 equipos perforando, 7 de YPF, y el resto de otras empresas” y explicó que en lo que hace a ahorro de divisas, es decir al dinero que no deberá destinarse a la importación tanto de gas como al uso de combustibles para la generación térmica, “va a ser de 5.600 millones de dólares en tres años y de 9.800 millones de dólares en los cuatro años”.

Las máximas autoridades de YPF, su CEO Sergio Affronti y su presidente Guillermo Nielsen, celebraron el anuncio. Un ánimo al que se sumó el CEO de Vista Oil&Gas, Miguel Galuccio, quien detalló que “celebramos este primer paso dado por el gobierno argentino para generar y fomentar más inversión, acelerando la producción de gas para satisfacer la demanda interna, sustituir importaciones, cuidando las divisas, y potenciando el empleo local”.

No obstante, desde algunas firmas se señaló bajo reserva de identidad que aún hay algunos puntos que no fueron aclarados, principalmente vinculados a cómo se determinará el monto del estímulo nacional y cómo será el empalme de los desarrollos que hoy están aún percibiendo el viejo plan gas, la Resolución 46. Preguntas que no fueron evacuadas dado que el plan recién se publicará en algunos días.

El nuevo programa se estructurará a partir de subastas en las que las productoras competirán para colocar su producción sobre una base de 70 millones de metros cúbicos por día. Esa producción será tomada en la forma de contratos tanto por las distribuidoras de redes como por la Compañía Administradora Mayorista del Mercado Eléctrico (Cammesa) para proveer a las centrales térmicas.

La diferencia entre el precio de las subastas –que no podrá superar el tope de 3,70- y el valor en boca de pozo marcado por las tarifas, es lo que será aportado por el Estado, que para el año que viene destinaría 1.491 millones de dólares.


El presidente Alberto Fernández lució, esta vez, convencido. Lejos de las declaraciones que alguna vez lo ubicaron con dudas acerca del potencial de Vaca Muerta, ayer la definió como “el corazón de la energía argentina” y uno de los motores para hacer andar la economía, castigada por la crisis de la pandemia.

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