Fenoglio lleva el chocolate a todas partes
La firma barilochense invirtió en moderna tecnología y quiere seguir creciendo
SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En la ciudad de la industria sin chimeneas algunas dulces fragancias envuelven a los turistas y residentes por igual: el chocolate cautiva a todos. Es sin lugar a dudas el recuerdo y regalo preferido de los visitantes. Los chocolateros estiman que en la ciudad se venden alrededor de 5 millones de kilos por año.
Más de 400 familias viven en forma permanente de la industria del chocolate. Sus miembros trabajan en una decena de empresas y cerca de 15 emprendimientos familiares. No obstante cerca del 80 por ciento del mercado se concentra en dos marcas: Fenoglio y Del Turista.
Ambas empresas comercializan sus productos no sólo en esta ciudad, el chocolate «made in Bariloche» se vende en los principales supermercados argentinos y en varios paises de América y Europa.
Laura Fenoglio, titular de la empresa que comenzó a elaborar chocolates junto al Nahuel Huapi en los años 40, vende sólo un 50 por ciento de su producción en la ciudad. «Aproximadamente el 8 por ciento de la producción va a Brasil y Chile, con ventas esporádicas a Uruguay, Paraguay, México y Estados Unidos, y un 36 por ciento al resto de Argentina», explicó la empresaria.
Hace poco su empresa incorporó una moderna máquina procedente de Italia, la cual le permitió producir figuras huecas en gran escala. «Son las que más se venden en el resto del país, sobre todo en Navidad y Pascua», aseveró ante «Río Negro».
Fijó en un modesto 5 por ciento el crecimiento de sus ventas en los últimos años y mencionó que proyecta continuar invertiendo en equipamiento y tecnología: «para seguir mejorando nuestro chocolate, sobre todo trabajando en rellenos», aclaró.
Con el local que inauguró en Ezeiza son seis las bocas de expendio propias de Fenoglio, que piensa seguir creciendo y aspira a exportar más. No obstante la empresaria lamentó las trabas que sufren las pequeñas industrias del interior del país.
En esto coincide con sus pares locales, fabricantes de ahumados, dulces y otros, los cuales sostienen que los impuestos, las tasas y los elevados costos de acceso a los mercados externos son las principales trabas para abrirse camino en el país y el mundo. «Ni siquiera podemos tener un trato alentador en nuestra provincia», se lamentaron reiteradamente ante este medio.
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