Femicidio: el matafuegos que Lucini usó para violentarla quedó deformado
Lo empleó con fuerza y velocidad contra María Marta, cuyo cuerpo no presentaba signos de haberse defendido.
El matafuegos de 1 kilo que Rodolfo Fabián Lucini llevaba en la camioneta, el 29 de julio de 2020, fue el elemento con el que el acusado produjo las lesiones cráneo-faciales en el cuerpo de María Marta Toledo. Fue empleado con una fuerza y velocidad de tal magnitud que quedó deformado, tanto en la manija superior como en el reloj medidor de presión, compatible con la acción de sujetarlo entre los dedos. Así lo explicó Lucas Bravo Berruezo, licenciado en criminalistica de la Unidad de Servicios Periciales del Poder Judicial, ayer ante el jurado popular.
Para el fiscal Agustín García este es uno de los aspectos que encuadran el caso como un femicidio: la brutalidad desplegada en la agresión disciplinadora. La defensa intenta demostrar que fue un “golpe certero, irracional” por emoción violenta. Tanto el psicólogo forense con el que se entrevistó el imputado como el psiquiatra que estudió el legajo pusieron en crisis esa teoría.
En la tercera jornada de audiencia, Berruezo describió cómo fue realizado el peritaje al vehículo y los rastros de sangre que allí se encontraron. No se pudo determinar a quien pertenecían, por el estado de degradación de las muestras. Esto sucede, por ejemplo, cuando son lavadas.
El médico forense, Carlos Gordillo, realizó la autopsia el 1 de agosto. Declaró ayer que la causa de la muerte fue el traumatismo de cráneo. Exhibió la lesión occipital (en la parte posterior de la cabeza) y aseguró que es de una extensión que ronda los 20 cm. También identificó una en la zona del cuello, que planteó, puede ser compatible con un estrangulamiento, y en el mentón. Todas fueron hechas en vida. La víctima no tenía signos de haberse defendido.
Quedó acreditado, es decir ambas partes acordaron que no es objeto de controversia (convención probatoria), que la funda en la que estaba el matafuegos y las ramas en las que quedó atrapado el cuerpo en el canal de riego tenían sangre compatible con el ADN de María Marta.
Gordillo hizo un examen físico completo, el 2 de agosto a las 16.30, de Lucini. Encontró que solamente tenía excoriaciones en la mano derecha, con una data no mayor a las 24 horas. El imputado le había dicho a la hermana de la víctima, cuando se comunicaron por la desaparición de María Marta, que se había lesionado las costillas. El médico afirmó que no presentaba ninguna fisura.
El dato
- 17
- testigos ofrecidos por la fiscalía declararon en el juicio. Hoy será el turno de que el jurado escuche a los de la defensa.
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