Femicidio de Delia Aguado: «Ella no quería hacer la denuncia, buscaba irse en buenas condiciones»

Lo declaró la psicóloga de una de sus hijas en el juicio contra Tolaba. Dijo que lo había "naturalizado". "No me sueltes la mano", le pedía él, antes de separarse.

El imputado habló por primera vez ante el jurado. Insistió en que las dos lesiones que tenía en su cuerpo, constatadas por el médico forense tras el femicidio, fueron por jugar con sus hijos. No quiso responder preguntas. Foto Florencia Salto.

El 6 de noviembre de 2018, tres semanas antes de que fuese asesinada, Delia Aguado llevó a una de sus hijas a terapia. Allí le relató a la psicóloga de la niña, que sufría maltrato. Aseguró que Diego Tolaba, su esposo, le controlaba los horarios, y que incluso había bajado una aplicación para leerle los mensajes. “Le dije que podía llamar al 148 (línea provincial de contención)”, declaró la profesional. Remarcó que ella no quería hacer la denuncia, porque iba a separarse y deseaba irse de la casa “en buenas condiciones.” “No me sueltes la mano”, le pedía él, a la espera de ganar un juicio que le había iniciado a Gendarmería, ya que no tenía empleo.

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