Falafel de zanahorias y comino, receta versión especial libanesa

Donde hay raíces árabes hay falafel: es así nomás, enhorabuena. En cada casa se hace a su modo... hoy nosotros compartimos una versión muy buena.

Por Andrea Jatar (*)

Uno de los platos de Medio Oriente más difundidos es el falafel. En cualquier lugar del mundo que encuentres un restaurante de raíces árabes, hay falafel. Sea de comida al paso o no, en una zona chic o en los aeropuertos, es infaltable. Los hay elaborados a la manera tradicional (fritos) y los livianos (horneados). De garbanzos, de habas, de porotos y hasta de lentejas.

Esta croqueta vegetal es tan antigua como la civilización, y tiene la facultad de rememorar costumbres bíblicas egipcias a pesar de que le asignan origen indio. Ha conquistado el corazón (y las panzas) de todo Oriente Medio durante muchos siglos y, en las últimas décadas, de todo el mundo. Es tan versátil que se consume en cualquier momento del día, como plato principal, como guarnición o como relleno de sandwich.

¿Por qué llamarlo falafel y no albóndiga a secas? ¿O croqueta? Porque la “masa” se elabora con la legumbre remojada, no cocida. Porque su nombre es una poesía: deriva del verbo falfala, que significa condimentar, y contiene un mundo de especies. Porque es la inspiración a toda esa variedad de hamburguesas y albóndigas de la dieta vegetariana. Me resultó gracioso ver el menú de una hamburguesería en Nueva Zelanda que contenía manjares de diversas carnes de la zona: beef (vacuna), lamb (cordero), fish (pescado), y por ahí debajo estaba la versión vegetariana, la Bur Laden, con falafel y tahini!

Mi versión favorita es una especial libanesa: Falafel de zanahorias y comino.

Te paso la receta:

Ingredientes:

– 1 taza de garbanzos remojados toda la noche.

– 1 taza de zanahoria rallada.

– 2 cucharadas de harina de garbanzos (si no tenés, ponele fécula o harina).

– 2 dientes de ajo.

– 1 cebolla pequeña.

– 2 cucharadas de perejil picado.

– 1 cucharada de comino molido.

– 1 cucharadita de menta.

– Sal y pimienta a gusto.

Preparación:

1) Procesar todos los ingredientes y dejarlos reposar en heladera durante unas horas, en una fuente tapada con papel film.

2) Hacer pequeñas albóndigas y hornear en asadera pintada en aceite. También se puede freír.

Disfrutar así, como viene, con una rica ensalada o bien aderezarla con salsa de sésamo o como relleno de sandwich o como se te ocurra.

(*) Creadora de Viandas de la Olla

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