Estudian lesiones kinésicas en actividad de montaña

SAN CARLOS DE BARILOCHE (AB).- En los últimos años la barilochense Karina Sanz, licenciada en kinesiología y fisiatra, realizó un detallado estudio sobre las principales lesiones kinésicas en las personas que practican deportes en montaña. En tal sentido asistió a los participantes de la carrera 4 Refugios y recientemente dirigió un estudio en el monte Aconcagua. Las conclusiones, que adelanta “Río Negro”, serán difundidas en una publicación especializada en el tema. “La idea de realizar el trabajo kinésico en el Aconcagua surgió a partir de la necesidad de optimizar las diferentes funciones laborales de las personas que cada verano trabajan en la montaña más alta de América”, explicó Sanz. Contó con el apoyo de la empresa Aymará, especializada en organizar ascensiones y trekking en Mendoza, cuyo personal fue evaluado en trabajos de consultorio y de campo. Cada verano alrededor de 7.000 personas intentan llegar a la cima del Aconcagua, un parque provincial donde trabajan unas 400 personas de manera directa, como guías, porteadores, guardaparques y encargados de campamentos. Las personas que trabajan en Aymará están adaptadas a la altitud, por lo tanto el principal problema fue de índole mecánico. Sufren de contracturas por el peso de las mochilas o por el participar en algún operativo de rescate trasladando material o la camilla con la víctima. Tendinitis por cansancio al descender con porteos de gran peso, o la sobrecarga física al levantar las ollas pesadas en la cocina o el trasladar material que el helicóptero dejaba sobre la zona. También ampollas por el uso de botas rígidas o por el acumulo de kilómetros caminados. “Mi principal tarea consistió en proporcionarles herramientas que los ayuden a preservar la capacidad de trabajo el mayor tiempo posible”, explicó. Entre las tareas de prevención se destacan los encintados funcionales o estabilizaciones en columna, la curación de ampollas, masajear y elongar el cuerpo cada vez que se termina una tarea y realizar un acondicionamiento físico previo antes de subir. Karina también asistió a Mikel Irastorza y Charly Galosi, quienes a fines del 2010 subieron y bajaron corriendo a la cumbre del Aconcagua. Trabajó para prevenir que sufrieran lesiones que afectara su objetivo de batir el récord de velocidad en dicha montaña. Para ello cada ascenso y cada programa de entrenamiento fueron seguidos por sesiones de masajes, elongaciones, encintados funcionales, curación de las ampollas y un sinfín de recursos kinésicos que aseguraron su bienestar físico. Algo similar realizará este fin de semana en la carrera 4 Refugios que organiza el CAB. En esta prueba los más de 400 participantes están expuestos a una tendinitis rotulianas, aquileas o del tensor de la fascia lata, esguinces de tobillos, golpes contra las rocas ó ramas y las típicas ampollas por excesos de fricción.

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