¿Tu perro duerme afuera con este frío? Lo que sí o sí debés saber para protegerlo
Cuáles son los riesgos, cómo reconocer señales de alerta y qué hacer para que no sufra el invierno.
Durante el invierno, muchas familias se preguntan si es seguro que sus perros duerman afuera. Las heladas, el viento y las temperaturas bajo cero pueden afectar seriamente la salud de las mascotas, especialmente en razas pequeñas, mayores o de pelo corto.
¿Los perros pueden dormir afuera en invierno?
La respuesta depende de varios factores: la raza, la edad, el estado de salud y el abrigo disponible. Algunas razas nórdicas como el Husky o el Alaskan Malamute pueden tolerar mejor el frío, pero otras como el Caniche, el Chihuahua o el Galgo son muy vulnerables a las bajas temperaturas.

Los cachorros, los perros mayores y los que tienen enfermedades articulares también están en riesgo. En estos casos, es recomendable que pasen la noche en el interior o en un espacio protegido.
Señales de que tu perro está sufriendo el frío
- Temblores o rigidez muscular
- Poca movilidad al levantarse
- Llanto, gemidos o ladridos constantes
- Buscar refugio o esconderse
- Almohadillas de las patas agrietadas o heridas
Si detectás alguno de estos signos, es importante actuar rápido. La hipotermia puede ser muy peligrosa y requerir atención veterinaria urgente.
Cómo protegerlo si duerme en el exterior
Si no tenés opción de que duerma adentro, estos cuidados son fundamentales:
- Ubicá la casita en un lugar reparado del viento y la humedad.
- Aislala del suelo con pallets, goma o ladrillos.
- Agregá mantas gruesas, paja seca o alfombras que no absorban humedad.
- Tapá las aberturas con una lona plástica o una cortina gruesa.
- Dale alimento de buena calidad y más cantidad que en verano: el gasto energético aumenta con el frío.
¿Hace falta ponerle ropa?
Sí, en perros friolentos o de pelo corto es útil abrigarlos, sobre todo en las noches más crudas o cuando salen al patio. Los buzos o camperitas de abrigo ayudan a conservar la temperatura corporal y evitar enfermedades respiratorias.
La recomendación principal: observar y adaptarse
Cada animal es único. Lo más importante es observar su comportamiento y no subestimar el frío. Si ves que tu perro busca entrar a la casa, se esconde o tiembla, es momento de ofrecerle más abrigo o cambiar su lugar de descanso.
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