Estar bien

Tomar agua en ayunas es bueno para la salud: descubrí la cantidad ideal y los beneficios

Que tomar agua es fundamental para mantener la salud ya no es una novedad para nadie, pero ¿sabías que hacerlo en ayunas puede potenciar los beneficios? Pero ojo: no conviene beber litros; uno o dos vasos son suficientes.

Adoptar este hábito favorece, en primer lugar, la reposición del agua que se perdió durante la noche. El caso es que, incluso mientras dormimos, nuestro cuerpo no para y acaba consumiendo y eliminando mucho líquido —a través de la transpiración, la respiración y otras funciones que realiza.

Por eso, al despertar, es fundamental reponerla, independientemente de la cantidad de agua que se haya ingerido el día anterior.

Otro buen motivo para tomar agua en ayunas es eliminar toxinas y otros desechos que se producen durante la noche. Al fin y al cabo, como mencionamos, el cuerpo continúa trabajando durante el sueño y, como resultado, produce sustancias de las que es necesario prescindir para mantener el equilibrio.

Y hay más: beber agua al despertarse ayuda en la producción de nuevas células musculares y sanguíneas, contribuye a equilibrar el sistema linfático y favorece la limpieza intestinal, haciendo que los nutrientes de los alimentos se absorban más fácilmente a lo largo del día.

¿Es cierto que tomar agua en ayunas ayuda a bajar de peso?


Cuando bebemos agua antes del desayuno, ayudamos a acelerar el metabolismo, lo que se traduce en un aumento de la quema de calorías a lo largo del día y una disminución del apetito. Por lo tanto, no sería un error decir que el hábito ayuda indirectamente a perder peso. Pero hay que tener en cuenta que esta ayuda es muy, muy pequeña —casi insignificante según algunos expertos— y no existen milagros para adelgazar.

Por ejemplo, de nada sirve tomar agua en ayunas, al despertar, y luego comer tortas fritas en el desayuno, hamburguesas en el almuerzo y pizza en la cena. Para adelgazar sanamente son necesarias varias acciones juntas, como tener una alimentación saludable y hacer ejercicios físicos con regularidad.

Hay que crear el hábito


Si no tenés la costumbre de tomar agua al despertarte, pero querés introducirla en tu rutina, el consejo es empezar poco a poco. Es decir, tomar pequeñas cantidades los primeros días y aumentar la dosis periódicamente hasta que se convierta en un hábito.

Lo ideal es optar siempre por agua natural. Podés agregarle ingredientes para aportarle sabor, como limón u otra fruta. Después de tomar agua en ayunas, el desayuno es bienvenido.

Tomar agua no es solo para saciar la sed


Alrededor del 70% del cuerpo humano está compuesto por agua, por eso es tan importante ingerirla. En la práctica, una buena hidratación va mucho más allá de saciar la sed: permite que todas nuestras funciones biológicas se realicen de manera eficiente y proporciona un ambiente propicio para la ocurrencia de reacciones químicas y fisiológicas, ya que tiene una amplia capacidad para actuar como solvente de sustancias como aminoácidos, vitaminas y minerales, facilitando su utilización por las células de órganos y tejidos.

Entre las numerosas funciones del líquido se encuentran: regular la temperatura corporal, proteger el corazón, asegurar el buen funcionamiento de los riñones y una mejor circulación sanguínea, ayudar a la digestión, prevenir calambres, proporcionar energía, actuar en la construcción y desarrollo de los músculos, aumentar la resistencia física. y controlar la presión arterial.

Por todo esto, cuando el consumo de agua es insuficiente, todo el organismo resulta perjudicado e incluso aumenta el riesgo de aparición de enfermedades: estudios científicos muestran una asociación entre el grado de hidratación y problemas como urológicos, gastrointestinales, circulatorios y neurológicos.

Cuando falta de agua en el organismo se desencadenan algunos síntomas de alerta. Los principales son: menos ganas de orinar, disminución de la producción de saliva, mareos, dolor de cabeza, dolor abdominal y articular, estreñimiento, cansancio, visión borrosa y confusión mental.

A largo plazo, las consecuencias pueden ser envejecimiento prematuro, empeoramiento de la memoria y el razonamiento, piel y ojos secos, pérdida de masa muscular y mala cicatrización. En los casos más graves de deshidratación, pueden ocurrir cambios en el nivel de conciencia, convulsiones e incluso la muerte.

Cuánta agua necesito tomar por día


La cantidad de agua ideal por día varía según varios factores, como el peso, la edad, el estilo de vida, el clima del lugar donde te encuentras y los hábitos alimentarios; pero, en general, lo recomendado es beber alrededor de 2 litros diarios, siempre y cuando no haya ningún problema de salud que requiera controlar la cantidad de agua.

Y es importante destacar dos cosas: que ese volumen debe distribuirse entre la mañana, la tarde y la noche -y no consumirse todo de una vez- y que de nada sirve tomar agua en ayunas y después no tomar más el resto del día. Lo que hay que hacer es mantener el cuerpo hidratado.

Un consejo para conseguir este objetivo es dejar una botella de agua cerca y beberla poco a poco. Y si tenés dudas sobre si la cantidad que estás tomando es la correcta, observa tu orina. Si sale amarilla clara, todo está bien. No obstante, si sale oscura, es necesario aumentar la cantidad.


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