¿Qué hacer cuando el césped no crece por falta de sol? Estos tips son fáciles y rápidos
Cuando árboles frondosos o la sombra limitan el crecimiento del césped, aún hay una manera de tapizar el suelo con una cubierta vegetal. Mirá estos consejos.
Cuando el césped no crece debido a la falta de luz solar, un problema común en jardines urbanos, no todo está perdido. La sombra que generan árboles frondosos o edificios altos puede hacer que cualquier esfuerzo por mantener un césped verde y saludable sea en vano.
Aunque existen técnicas para mejorar las condiciones, como podar árboles o aumentar la circulación de aire, a menudo estas soluciones no son suficientes. Aun así, hay alternativas que permiten cubrir el suelo con un tapiz vegetal, manteniendo el espacio verde y acogedor.
Cómo lograr que el césped crezca sano y fuerte:
La solución más efectiva en estos casos son las plantas cubresuelos, especies que se adaptan a condiciones de poca luz y crecen de manera rastrera, formando una alfombra verde que cumple una función similar al césped. Estas plantas no requieren sol directo y, en algunos casos, aportan valor estético adicional al florecer en ciertas épocas del año.
Entre las opciones más recomendadas para reemplazar el césped en zonas sombrías se encuentra el Ophiopogon japonicus, comúnmente conocido como pasto japonés o pasto inglés. Esta planta tiene la capacidad de tolerar un corte alto (entre 7 y 10 centímetros) y puede cubrir superficies de manera similar al césped tradicional, con la ventaja de que no necesita tanta luz. Además, su resistencia lo convierte en una excelente opción para aquellos rincones del jardín donde el césped no prospera.
Otras alternativas igualmente válidas incluyen especies como la hiedra, las violetas, la Salvia procurrens, el Senecio macroglossus y la Soleirolia soleirolii. Estas plantas no solo se adaptan a la sombra, sino que también pueden florecer durante breves períodos, lo que añade un toque de color al jardín. Por ejemplo, la Soleirolia soleirolii es una especie rastrera que crece en zonas oscuras y húmedas, y es muy fácil de mantener, ya que requiere pocos cuidados.
Para mantener estas especies en buen estado, es importante realizar algunas tareas básicas de mantenimiento. Las hojas secas que caen de los árboles deben retirarse con frecuencia, ya sea mediante un soplador o manualmente, y las plantas deben despuntarse cuando alcanzan cierta altura. Aunque no necesitan el mismo nivel de cuidado que el césped tradicional, es recomendable realizar una poda ligera de vez en cuando para mantenerlas compactas y estéticamente agradables.
Además de las plantas cubresuelos, hay otras formas de cubrir el suelo en áreas donde la luz es escasa. Una opción popular es el uso de materiales naturales como chips de corteza o madera, pinochas y otros elementos orgánicos que, además de ser decorativos, ayudan a conservar la humedad del suelo. Entre estos materiales se pueden plantar arbustos o plantas perennes que también se adaptan a la sombra, como las azaleas, rododendros o clivias, que ofrecen una solución visualmente atractiva y funcional.
Es importante recordar que, si bien estas alternativas no son céspedes en el sentido tradicional, cumplen una función similar al mantener el terreno cubierto y verde. En lugares donde la falta de sol y las condiciones adversas hacen imposible mantener un césped sano, las plantas cubresuelos y los materiales naturales ofrecen una alternativa sostenible y estética.
En definitiva, cuando la luz solar es limitada y el césped se niega a crecer, no hay necesidad de desesperarse. Con un poco de planificación y el uso de las especies adecuadas, es posible disfrutar de un jardín verde, vibrante y lleno de vida, incluso en los rincones más sombreados.
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