Neofobia: qué es y cómo se puede evitar el miedo a lo «nuevo»
Es un trastorno muy habitual y hay varias estrategias para afrontarlo para que no limite nuestra vida.
La neofobia, o el miedo a lo nuevo, es un trastorno más común de lo que se suele pensar y, aunque a veces pasa desapercibido, puede influir significativamente en la vida cotidiana. Este temor es un mecanismo de protección ante lo desconocido, pero cuando se vuelve excesivo, puede limitar nuestra capacidad para disfrutar de nuevas experiencias y oportunidades.
La neofobia se manifiesta como un temor irracional y desproporcionado hacia situaciones o estímulos novedosos. Derivada de las palabras griegas «neos» (nuevo) y «fobos» (miedo), esta condición nos lleva a preferir ambientes familiares y a sentir incomodidad o angustia ante lo nuevo o desconocido. Aunque este tipo de miedo es una respuesta natural en los seres humanos, cuando se intensifica, puede interferir en la vida diaria, haciendo que cualquier cambio en la rutina, como un nuevo empleo, una mudanza, o comenzar una actividad diferente, resulte abrumador.
Cuáles son los síntomas de la neofobia:
El miedo a lo nuevo se manifiesta en tres dimensiones: corporal, cognitiva y motora. Desde una perspectiva física, los síntomas incluyen taquicardia, opresión en el pecho, tensión muscular, sudoración, dolor de cabeza, temblores y una sensación de malestar en el estómago. Cognitivamente, las personas afectadas suelen experimentar pensamientos negativos, creencias catastrofistas y un bloqueo mental que dificulta la toma de decisiones. Estos síntomas físicos y cognitivos se reflejan en comportamientos como evitar situaciones nuevas o desconocidas, lo que limita aún más la capacidad de enfrentarse a estos temores.
El miedo al éxito y al fracaso son formas comunes de neofobia, donde la ansiedad surge al enfrentar un resultado incierto. Esto se observa con frecuencia en deportistas que, acostumbrados a ganar, desarrollan un temor a perder, ya que el fracaso es una experiencia desconocida para ellos. Otra forma de neofobia se encuentra en el ámbito alimentario, especialmente en niños, quienes pueden rechazar nuevos alimentos por miedo a lo desconocido, un comportamiento que preocupa a muchos padres y que, según investigaciones, está relacionado con dietas menos nutritivas y mayor riesgo de obesidad infantil.
Cómo afrontar la neofobia:
A pesar de la intensidad que puede alcanzar este trastorno, existen estrategias eficaces para tratar la neofobia. El primer paso es reconocer y comprender los síntomas y los factores que desencadenan este miedo. Una vez identificados, es fundamental enfrentarlos de manera gradual. La terapia cognitivo-conductual, especialmente la técnica de exposición, ha demostrado ser efectiva en el tratamiento de este tipo de fobias. Esta técnica consiste en exponerse, de manera controlada, a lo que provoca el miedo, permitiendo que la persona se habitúe a la ansiedad y compruebe que sus temores no se materializan.
En los últimos años, se ha explorado el uso de tecnologías como la realidad virtual para tratar la neofobia. Esta herramienta permite recrear situaciones difíciles de enfrentar en la vida real, ofreciendo un entorno seguro para la exposición. Investigaciones sugieren que este método puede ser eficaz, con beneficios que aumentan con la cantidad de sesiones realizadas.
Superar la neofobia no es fácil, pero con el tratamiento adecuado y un enfoque gradual, es posible reducir su impacto y abrirse a nuevas experiencias que antes resultaban inalcanzables. Ante cualquier situación es fundamental la consulta profesional.
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