La verdad sobre el gluten: ¿Qué pasa cuando lo sacamos de la dieta?
En 2019, una encuesta reveló que existe información errónea sobre los productos sin gluten.
El trabajo demostró que los consumidores confunden el gluten con los carbohidratos -aunque en realidad son una proteína-, o piensan que estos alimentos tienen un índice glucémico más bajo -que no depende de la presencia de gluten-. El estudio también concluyó que muchos creen que eliminando el gluten se reducirá el riesgo de enfermedades de la tiroides, algo que no tiene prueba científica.
Presente en todo lo elaborado con harina de trigo, cebada, malta o centeno, el gluten ha llegado a ser demonizado y considerado enemigo de la buena alimentación y de la pérdida de peso, ¡pero no es así! Simplemente no se recomienda para quienes tienen intolerancia al nutriente y, en consecuencia, pueden sufrir complicaciones de salud al ingerir esta proteína.
No hay pruebas científicas de que la proteína sea perjudicial para la salud de quienes no padecen celiaquía ni intolerancia al gluten y mucho menos que dejar de consumir la sustancia sea fundamental para perder peso.
¿Por qué las personas que cortan el gluten adelgazan?
La explicación radica mucho más en los cambios en la dieta que realiza una persona al reducir el gluten que en el nutriente en sí.
La harina de trigo, por ejemplo, es una de las fuentes más habituales de gluten en nuestra dieta. Y casi siempre se encuentra en alimentos bajos en nutrientes, que debemos consumir con moderación, como pan, tartas, galletas, pizzas, snacks salados y alimentos ultraprocesados en general.
Cuando alguien deja de comer gluten, automáticamente reduce el consumo de estos alimentos poco saludables y tiende a perder peso.
Pero, si la base de tu menú son los alimentos naturales (carne, huevos, verduras, frutas, lácteos y cereales integrales), no hay problema en consumir proteína de trigo. Lo que hace adelgazar es comer bien y sin excesos, no eliminar el gluten.
Además, la eliminación de proteínas por parte de quienes no las necesitan puede provocar algunos problemas de salud. «Uno de ellos es la reducción del fructano, un almidón resistente presente en el trigo que contribuye a la flora intestinal. Además, la literatura indica que una dieta sin gluten puede acabar siendo restringida en carbohidratos, hierro, zinc y fibra», explica Flavia Silva, endocrinóloga.
Alimentos sin gluten
Quienes padecen enfermedad celíaca o intolerancia al gluten pueden contar con una amplia variedad de alimentos libres de proteínas, como arroz, choclo, papas, batata, pescado, huevos, verduras, legumbres y carnes.
También existe una amplia variedad de harinas que pueden sustituir la harina de trigo, centeno, cebada y malta, como la harina de arroz, harina de almendra, harina de maíz, quinoa, entre otros.
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