La planta trepadora que crece muy rápido y resiste a todos los climas: ideal para cubrir cercos
Es una especie ideal para tu patio pero también para el interior de tu casa. Estos son los cuidados básicos y algunos riesgos a tener en cuenta.
La hiedra común (Hedera helix) es una planta versátil y resistente que se encuentra prácticamente en todo el mundo, especialmente en regiones de clima templado. Gracias a su rápido crecimiento y capacidad para adaptarse a diversos entornos, se ha convertido en una de las opciones favoritas para cubrir cercos, muros y estructuras.
La hiedra es conocida por su capacidad para extenderse rápidamente, llegando a alcanzar hasta 30 metros de largo si cuenta con un soporte adecuado. Sus hojas, de formas variadas entre estrella y corazón, tienen bordes lobulados y pueden presentar manchas en tonos más claros de verde o incluso blanco, dependiendo de la variedad.
Sus tallos están equipados con pequeñas raíces aéreas que le permiten adherirse con facilidad a superficies como muros, troncos de árboles y rocas, lo que la convierte en una planta ideal para cubrir espacios verticales.
Hiedra: cuáles son los cuidados básicos:
Aunque la hiedra es conocida por su resistencia, ciertos cuidados pueden optimizar su crecimiento y mantenerla bajo control:
- Luz: Prefiere la luz indirecta brillante, aunque puede crecer en condiciones de sombra o semi-sombra, lo que la hace ideal tanto para exteriores como para interiores.
- Suelo: Se desarrolla mejor en suelos húmedos y bien drenados. No tolera el encharcamiento, pero una vez establecida, soporta periodos de sequía moderados.
- Riego: Durante los meses cálidos, se recomienda regar con mayor frecuencia para mantener el suelo húmedo. En invierno, el riego debe ser más espaciado.
- Temperatura: Es extremadamente resistente a climas fríos y cálidos, e incluso puede sobrevivir a heladas.
La hiedra no solo es una planta decorativa; también contribuye a mejorar la calidad del aire, ya que ayuda a filtrar ciertos contaminantes. En exteriores, es perfecta para cubrir cercos, brindar privacidad y proteger superficies de la erosión.
Sin embargo, es importante mencionar que sus hojas y bayas son tóxicas si se ingieren, tanto para humanos como para mascotas. Si tienes niños pequeños o animales, es fundamental mantener la planta fuera de su alcance.
Poda y mantenimiento
Uno de los aspectos más importantes de la hiedra es su potencial invasivo. Si no se controla, puede extenderse rápidamente y cubrir otras plantas, dañándolas al bloquear la luz solar. Por eso, la poda regular es esencial para mantenerla bajo control y evitar que se convierta en un problema en el jardín.
La poda debe realizarse preferentemente en primavera u otoño, eliminando ramas muertas o descontroladas. Esto no solo ayuda a mantener su crecimiento ordenado, sino que también estimula la aparición de nuevos brotes.
En interiores, la hiedra es una planta ornamental muy versátil. Puede cultivarse en macetas colgantes, permitiendo que sus tallos caigan de forma elegante, o como planta de mesa, con un soporte para guiar su crecimiento. Además, se adapta bien a condiciones de luz moderada, lo que la convierte en una opción ideal para quienes buscan decorar espacios con poca luz natural.
¿Es la hiedra la planta ideal para tu espacio?
Si buscas una planta de bajo mantenimiento, adaptable y resistente para decorar tu hogar o jardín, la hiedra común es una excelente elección. Solo tené en cuenta su carácter invasivo y tóxico, y con los cuidados adecuados, disfrutarás de una planta que puede transformar cualquier espacio en un entorno verde y acogedor.
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