La planta que crece en octubre y es ideal para conciliar el sueño y mejorar la digestión
Está comprobado que combinada con otras hierbas calmantes, puede reducir la ansiedad y ayudar a dormir mejor. De qué se trata y cómo cultivarla.
La melisa, conocida también como toronjil, hoja de limón o menta, es una planta medicinal que ha ganado popularidad debido a sus propiedades calmantes y digestivas. Originaria del Mediterráneo y Europa del sur, esta hierba se ha utilizado desde tiempos antiguos para aliviar afecciones relacionadas con el sistema nervioso. Hoy en día, su uso se recomienda ampliamente para combatir el estrés, la ansiedad y los problemas de sueño.
Esta planta, que crece naturalmente en suelos húmedos y cercanías de ríos, ha sido parte de diversas tradiciones medicinales. Según investigaciones recientes, la menta puede contribuir a la reducción de la ansiedad cuando se combina con otras hierbas relajantes, como la valeriana y la manzanilla. Además, es frecuente su uso en herboristerías para complementar tratamientos destinados a personas que sufren insomnio o estrés. Su sabor suave y agradable la distingue de otras hierbas más amargas, como la valeriana, lo que la convierte en una opción popular entre quienes buscan soluciones naturales para relajarse.
Entre sus beneficios digestivos, destaca su capacidad para aliviar malestares como la hinchazón y la indigestión. Un estudio clínico reveló que personas que consumieron una mezcla herbal que contenía extracto de melisa experimentaron una mejora significativa en los síntomas de indigestión en comparación con aquellos que tomaron un placebo.
En cuanto a su uso, puede prepararse en infusión o agregarse al mate, pero es importante tener en cuenta ciertos cuidados. No se recomienda hervirla ni utilizar agua demasiado caliente, ya que esto puede afectar sus propiedades. Además, expertos sugieren consultar con profesionales, especialmente si se están tomando medicamentos, para evitar posibles interacciones.
La melisa, con su característico aroma a limón, sigue siendo una de las plantas más valoradas por quienes buscan equilibrar su bienestar físico y mental de manera natural.
Cómo cuidar tu planta de menta:
1. Cuándo sembrar la planta de menta
Para cultivar menta, lo primero que hay que tener en cuenta es que esta planta requiere temperaturas de entre 13 y 15 °C en la noche y entre 18 y 21°C durante el día. También hay que considerar la estación del año para su siembra, ya que en primavera y verano se debe colocar hacia el este.
En cambio, en otoño e invierno mejor orientar la planta de menta hacia el sur u oeste. En cualquier caso, la época adecuada para sembrarla es en primavera u otoño, y hay que hacerlo en un lugar donde reciba el sol por la mañana y tenga sombra durante la tarde.
2. Qué tierra utilizar
Si pensás sembrar directamente la planta de menta en el suelo, hacelo en un área húmeda de tu jardín y con un pH entre 6.0 y 7.0. Antes de proceder al cultivo, retirá las malas hierbas para garantizar que tu planta de menta recibe la cantidad necesaria de nutrientes y prevenir así enfermedades.
3. Cómo cultivar menta en maceta
El cultivo de la menta requiere de espacio suficiente para crecer bien, de manera que tendrás que otorgarle a tu planta inicial la amplitud que necesita, pues nos proveerá de esquejes y/o semillas. Utilizá una maceta grande con agujeros en la base para drenar el exceso de agua y pon un plato pequeño debajo para ayudar a que el agua sobrante se absorba de nuevo.
4. Cómo sembrar menta en el jardín
Quizás el mayor problema a la hora de cuidar planta de menta en el jardín es su crecimiento desmedido. Para controlarlo, podés colocar un recipiente en la zona donde vayas a sembrar la planta de menta enterrado en la tierra. Esto contendrá el crecimiento, pero revisa el recipiente de forma periódica para evitar que la planta crezca sin control.
5. Uso de esquejes
Como hemos dicho, podés sembrar una planta de menta tanto utilizando esquejes como semillas. Los esquejes se obtienen cortando algunas de las extremidades de otra planta sana con una longitud de entre 12 y 15 cm. Retirá después las hojas inferiores del esqueje y poné el tallo en un vaso con agua. Colócalo en una ventana donde reciba el sol de 4 a 6 horas al día.
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