Ideas para decorar tu hogar en invierno, según una arquitecta de Roca

El entorno que habitamos impacta profundamente en cómo nos sentimos, en nuestro desarrollo cognitivo e incluso en aspectos de nuestra salud como la presión arterial y el ritmo cardíaco. Y gran parte de nuestro tiempo lo pasamos en casa, la oficina o la escuela donde estudiamos.

Por eso, la decoración es una herramienta super valiosa a la hora de mejorar nuestra calidad de vida cotidiana. Pensemos en algo tan simple como el hecho de que colgar un cuadro con mucho rosa en un momento en el que hemos perdido un poco la esperanza, puede ayudarnos a recuperarla.

Las neurociencias vienen estudiando desde los años ´70 cómo impactan en nosotros los colores, las formas de los muebles u otros objetos y elementos o metáforas de la naturaleza. Un estudio archi conocido se publicó en 1984, después de analizar durante 10 años a pacientes de un hospital que habían sido operados de la vesícula. A un grupo lo ponían en un cuarto que tenía vista a una pared de ladrillo visto y a otro grupo en una habitación donde lo que veían era copas de árboles. Y resulta que estos últimos presentaban una mayor tolerancia al dolor, usaban menos mediación, tenían menos complicaciones secundarias y eran dados de alta más rápido.

De hecho, en espacios de oficinas, hospitales y escuelas de todo el mundo, cada vez se cuida más el diseño y la decoración, para colaborar con los niveles de productividad, presentismo, relajación y positivismo.

Esto significa que, más allá de que puedas contratar alguien que te proponga cómo decorar tu hogar o que no te sea posible hacerlo, que puedas comprar muebles de lujo o hagas todo vos mismo, cuidar que tu entorno esté lo más limpio, ordenado y bello posible, es una manera de cuidarte a vos y a tus hijos e hijas.

Además, aprender a decorar es una de las maneras más divertidas para desarrollar nuestra creatividad y practicar el “pensar fuera de la caja”. Aunque a veces nos creamos incapaces de hacerlo, todas las personas tenemos la capacidad de ser creativos, aplicar el pensamiento lateral e innovar.

Existen miles de soluciones que podés ir aplicando según tu situación va cambiando, sin necesidad de renovar todo. Y al mirar imágenes o videos que nos dan ideas, nuestra biblioteca mental de conocimientos se amplía, por lo que podemos ver nuevas opciones, mientras que al practicar el hecho de crear soluciones nosotros mismos, vamos entrenando nuestra creatividad.

Entonces, en el verano lo ideal es pasar mucho tiempo al aire libre y haciendo deportes u otras actividades en la naturaleza. Pero, en invierno, suma muchísimo bienestar a nuestras vidas, dedicar un rato a la semana a embellecer o hacer más funcional nuestro hogar, aplicar estrategias que nos ayuden a ser más productivos en los espacios donde trabajamos y estudiamos y desarrollar nuestra creatividad.

Mijal Orihuela @mijal.arquitecta

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