Huerta en casa y jardinería: qué plantar en agosto y cómo cuidar tu producción

Frutas, verduras, hortalizas y también flores y plantas. Seguí esta guía.

Agosto es un mes de transición clave para quienes se dedican a la jardinería y la huerta, marcando el inicio de una nueva temporada de cultivo. Con el aumento de la luz solar y temperaturas más cálidas, es el momento perfecto para planificar y preparar el terreno para un crecimiento óptimo de las plantas.

Para empezar, es importante limpiar la huerta de malas hierbas y restos de cultivos anteriores, y labrar la tierra para mejorar su aireación. Este proceso crea un ambiente más favorable para las nuevas semillas y plántulas y promueve un desarrollo saludable.

En el jardín, es recomendable enriquecer el suelo con compost o abono, mejorando así su estructura y fertilidad. También es una buena oportunidad para organizar la disposición de las plantas, considerando sus necesidades de espacio y exposición a la luz solar.

Agosto se caracteriza por un clima estable, con temperaturas en ascenso y días más largos, creando condiciones ideales para sembrar especies que requieren un inicio temprano. Este mes es especialmente adecuado para sembrar cultivos que se cosecharán al final de la primavera o al inicio del verano.

Las zanahorias pueden sembrarse en esta época del año. Foto gentileza.

En la huerta, se pueden plantar zanahorias, rábanos y remolachas, que toleran bien el clima fresco pero prosperan con el aumento de la temperatura. Además, es un buen momento para comenzar con la siembra de cebollas y ajo, que necesitan un periodo largo de crecimiento y se benefician de un suelo bien preparado.

Qué sembrar en nuestro jardín:


En cuanto al jardín, agosto es propicio para plantar flores como petunias, caléndulas y pensamientos, que no solo agregarán color a tu espacio, sino que también son resistentes a las fluctuaciones de temperatura típicas de fin de invierno. Asimismo, es el momento de plantar arbustos de floración temprana como jazmines o camelias, que florecerán con los primeros calores.

Coloridos y fáciles de cuidar. Los pensamientos son ideales para esta época del año. Foto gentileza.

Agosto es el mes ideal para prepararte y garantizar una primavera llena de vida, color y cosechas exitosas. Con una planificación cuidadosa y prácticas de jardinería adecuadas, tu huerta y jardín estarán listos para prosperar en la próxima temporada.

Cuáles son los cuidados en el tramo final del invierno:


Durante el invierno, muchas plantas requieren cuidados especiales para protegerlas de las bajas temperaturas y otros factores adversos. Cambiar la rutina de cuidado puede ser crucial para mantenerlas saludables. Uno de los aspectos más importantes es el riego, que debe realizarse en momentos específicos del día para evitar dañar las plantas.

El riego de las plantas durante la temporada invernal debe realizarse preferentemente en las mañanas. Este horario es óptimo porque las plantas pueden aprovechar la luz solar, lo que ayuda a secar el sustrato más rápidamente y evita que el exceso de humedad cause problemas. Si se riegan por la tarde o noche, el agua puede quedar atrapada en el suelo frío, aumentando el riesgo de congelación y, por ende, dañando las raíces, que son muy sensibles y difíciles de recuperar.

Si no es posible regar en las primeras horas del día, se recomienda hacerlo después del mediodía. En este caso, es aconsejable situar las plantas cerca de una ventana para maximizar la exposición al calor y la luz solar. En días de viento fuerte, es preferible cerrar ventanas o proteger las plantas para evitar que se enfríen demasiado.

Además del riego, es fundamental moderar la frecuencia con la que se humedecen las plantas durante el invierno. En esta época, muchas especies entran en un periodo de reposo vegetativo como preparación para la primavera, lo que significa que no necesitan tantos nutrientes ni agua. En ambientes con calefacción, la humedad puede ser más necesaria, pero siempre es mejor esperar a que el sustrato esté completamente seco antes de regar nuevamente.

Otra recomendación es evitar mojar el follaje. En climas fríos, el agua en las hojas puede provocar quemaduras por congelación, por lo que es mejor no limpiar las hojas con agua en exceso. Estos cuidados sencillos pero efectivos pueden marcar la diferencia en la salud de las plantas durante los meses más fríos del año.


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