Grasas monoinsaturadas: qué son, cómo consumirlas y por qué son aliadas del corazón y el metabolismo
Estas grasas, clave en la dieta mediterránea, están respaldadas por numerosas investigaciones que destacan sus beneficios en la salud cardiovascular y metabólica.
Las grasas monoinsaturadas, también conocidas como ácidos grasos monoinsaturados (AGMI), se ganaron el título de «grasas saludables» por su capacidad para proteger el corazón, mejorar el metabolismo y prevenir diversas enfermedades. Estas grasas, clave en la dieta mediterránea, están respaldadas por numerosas investigaciones que destacan sus beneficios en la salud cardiovascular y metabólica.
Qué hace especiales a las grasas monoinsaturadas
Químicamente, las grasas monoinsaturadas poseen una sola doble ligadura en su estructura molecular, lo que las hace más saludables y menos propensas a oxidarse que otros tipos de grasas. A temperatura ambiente, suelen ser líquidas, como en el caso del aceite de oliva, y se solidifican al enfriarse.
Estas grasas se encuentran principalmente en alimentos de origen vegetal, como aceites, frutos secos y aguacates, aunque también están presentes en pequeñas cantidades en productos de origen animal como el pescado graso y los huevos.
Aliadas del corazón:
El consumo de grasas monoinsaturadas está asociado con mejoras significativas en la salud cardiovascular. Ayudan a:
- Reducir el colesterol LDL («malo»): Este tipo de colesterol puede acumularse en las arterias y aumentar el riesgo de bloqueos.
- Aumentar el colesterol HDL («bueno»): Este ayuda a transportar el colesterol hacia el hígado para su eliminación, lo que protege contra enfermedades cardiovasculares.
- Regular los triglicéridos: Altos niveles de estos lípidos en sangre son un factor de riesgo para problemas cardíacos.
Beneficios para el metabolismo
Más allá del corazón, estas grasas son clave para el equilibrio metabólico. Ayudan a:
- Controlar la glucosa: Mejoran la sensibilidad a la insulina, lo que es fundamental para prevenir y manejar la diabetes tipo 2.
- Reducir la inflamación: Dietas ricas en grasas monoinsaturadas han demostrado disminuir marcadores inflamatorios, que están vinculados a enfermedades crónicas como la diabetes, problemas hepáticos y trastornos cardiovasculares.
Alimentos ricos en grasas monoinsaturadas
Incorporar estas grasas a la dieta es fácil y delicioso. Algunas de las mejores fuentes incluyen:
- Aceite de oliva extra virgen: Pilar de la dieta mediterránea, reduce la inflamación y mejora la salud cardiovascular.
- Aguacate: Rico en grasas monoinsaturadas, fibra y antioxidantes, es un aliado completo para la salud.
- Frutos secos: Almendras, pistachos, anacardos y nueces pecanas son opciones llenas de nutrientes esenciales como vitamina E y magnesio.
- Semillas: Las de girasol, calabaza y sésamo no solo aportan estas grasas, sino también proteínas y minerales.
- Pescado graso: Aunque también contienen grasas poliinsaturadas, especies como el salmón son excelentes para el sistema cardiovascular y cerebral.
Consejos para consumirlas correctamente
No hay una cantidad exacta de grasas monoinsaturadas recomendada, pero se sugiere que representen una parte importante del total de grasas saludables en la dieta. Según las guías alimentarias, las grasas totales no deben superar el 35% de las calorías diarias, con un enfoque en priorizar fuentes saludables.
Es importante recordar que todas las grasas aportan 9 calorías por gramo, por lo que su consumo debe ser moderado para evitar un exceso calórico.
Adoptar una dieta rica en grasas monoinsaturadas no solo protege el corazón y mejora el metabolismo, sino que también contribuye a una mejor calidad de vida. Incluir alimentos como el aceite de oliva, los frutos secos y el aguacate es una forma deliciosa y efectiva de cuidar tu salud todos los días.
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