Floración, polen y cambio de temperaturas: por qué llegan las alergias y cómo combatirlas

La rinitis en una de las enfermedades alérgicas crónicas más comunes con la llegada de la primavera. Cómo prevenirla y cuáles son los síntomas más frecuentes.

En primavera, muchas personas sufren más de lo habitual debido a la alergia al polen, una reacción inmunológica que se activa frente a sustancias que, normalmente, no provocan respuestas adversas en la mayoría de la gente.

Durante esta estación del año, las flores florecen y el aire se llena de polen, lo que puede ser un verdadero desafío para quienes padecen alergias. Los síntomas más comunes incluyen estornudos, congestión nasal y goteo. Sin embargo, existen métodos naturales que pueden ayudar a aliviar estos síntomas sin necesidad de recurrir a tratamientos farmacológicos.

Cuáles son las causas de las alergias en primavera:


Los cambios climáticos recientes han causado variaciones importantes en la floración de muchas plantas, aumentando la cantidad de polen presente en el aire. Estos factores afectan directamente a las personas que padecen alergias, ya que la mayor concentración de alérgenos en el ambiente incrementa los síntomas.

Las fluctuaciones en las temperaturas, las lluvias intensas, las olas de calor y los vientos fuertes contribuyen a una mayor dispersión del polen, empeorando las reacciones alérgicas. El proceso de fotosíntesis, que se acelera con el aumento de dióxido de carbono, incrementa la producción de polen, lo que agrava las alergias respiratorias, como la rinitis.

El sistema inmunológico reacciona ante estos alérgenos como si fueran amenazas reales, generando una respuesta desmesurada que causa síntomas incómodos y, en ocasiones, severos. En muchas personas, estas reacciones alérgicas se ven exacerbadas durante la época de polinización de árboles comunes en entornos urbanos.

Para reducir los efectos del polen, es recomendable evitar el contacto directo con las plantas en floración y tomar medidas preventivas como lavar manos y rostro frecuentemente, usar gafas y mascarillas, y evitar ventilar la casa durante las primeras y últimas horas del día. Además, se sugiere ducharse al regresar a casa para eliminar el polen que pueda haber quedado adherido al cabello y la ropa.

Si bien estos consejos pueden ayudar a disminuir los síntomas, es fundamental que quienes padecen alergias consulten a un especialista para recibir el tratamiento adecuado y evitar automedicarse.

Remedios caseros que pueden ayudarte a combatir las alergias:


1) Eucalipto

Los vahos con hojas de eucalipto abren las vías respiratorias y favorecen la expulsión de la mucosa. Sus compuestos activos promueven el alivio de la congestión nasal y, a su vez, mejoran la respiración ante infecciones virales y bacterianas.

El té de eucalipto, una buena alternativa. Foto gentileza.

2) Cúrcuma y regaliz

La cúrcuma, planta originaria de la India, es conocida por su gran poder antiinflamatorio y además favorece el bloqueo de inmunoglobulina E, previniendo o disminuyendo los síntomas de las alergias. Por su parte, el regaliz es rico en glicirricina, la cual ayudaría a detener la producción de IgE, por lo que reduciría la severidad de diversas reacciones alérgicas, tanto cutáneas como respiratorias.

3) Cítricos

Las naranjas, los limones y demás frutos cítricos tiene una alto contenido en vitamina C y antioxidantes, muy útiles para combatir las alergias.

4) Probióticos

Los probióticos bloquean la producción de inmunoglobulina E por lo que ayuda a disminuir la reacción alérgica y a aliviar los síntomas. El yogur, el kéfir o el chocolate negro son alimentos con grandes cantidades de probióticos.

5) Infusiones

Hay muchas hierbas que poseen efecto antihistamínico y antiinflamatorio como son el té de ortiga o verde, la menta, regaliz o eucalipto. Aprovechar los beneficios de estas plantas mediante infusiones nos ayudará a sentirnos mejor e hidratar el organismo. Se recomiendan dos infusiones al día, por la mañana y antes de acostarse.

6) Agua de mar

Las soluciones salinas son una de las mejores ayudas para limpiar la nariz de polen o polvo, además de suavizar la mucosa y disminuir los estornudos. Podemos obtenerla de forma natural mezclando en un vaso de taza agua, destilada o hervida y añadirle media cucharada de sal marina y media cucharada de bicarbonato. Vierte unas gotas en la nariz y empezarás a respira mejor.

7) Limpiar a fondo la casa

Limpiar la casa a fondo para dejarla libre de polen y hongos. Para ello usá una aspiradora y repasá los muebles con un paño mojado. Se recomienda lavar las sábanas dos veces por semana.

8) Cerrar ventanas

El mejor momento para ventilar la casa es por la mañana, concretamente a partir de las 10:00 horas, después mantenerlas cerradas durante todo el día. Evitá también pasar el menor tiempo posible al aire libre. Asimismo usa el aire acondicionado con un filtro anti polen.


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