El alimento que si o si hay que eliminar para resetear tus intestinos

El síndrome del intestino irritable, también conocido como colon irritable, afecta a una gran porción de la población y es más frecuente en mujeres. Esta es la dieta indicada:

Un reciente estudio de la Universidad de Lund, en Suecia, ha revelado que reducir el consumo de azúcar y almidón puede ayudar a controlar los síntomas del síndrome del intestino irritable (SII), una condición que afecta a entre el 2,3% y el 12% de la población en el mundo, principalmente a mujeres.

Este trastorno se caracteriza por dolores abdominales, diarrea, estreñimiento y otras molestias gastrointestinales que impactan significativamente la calidad de vida de quienes lo padecen.

El síndrome del intestino irritable suele ser tratado mediante dietas estrictas, como la dieta FODMAP, que elimina ciertos tipos de alimentos, incluidos aquellos que contienen gluten y lactosa. Sin embargo, los investigadores liderados por Bodil Ohlsson, profesor de la Universidad de Lund, encontraron que una alternativa menos restrictiva, basada en la reducción de almidón y sacarosa, podría ofrecer resultados similares.

El equipo de investigación analizó los casos de 105 personas con síndrome del intestino irritable, quienes, durante cuatro semanas, siguieron esta dieta. Los resultados mostraron una notable disminución de los síntomas, incluyendo el dolor abdominal y las alteraciones digestivas como la diarrea y el estreñimiento. Además, los pacientes que adoptaron esta dieta también experimentaron una mayor pérdida de peso y una reducción en los antojos de azúcar.

Algunos de los alimentos recomendados para los intestinos. Foto gentileza.

Lo interesante de este enfoque es que no se requiere una dieta extremadamente restrictiva. Según Ohlsson, esta alternativa permite a los pacientes seguir una alimentación más flexible, lo que facilita su adherencia en el largo plazo. Los estudios indican que el 75-80% de los participantes mostraron mejoras notables en sus síntomas, lo que convierte a esta dieta en una opción viable y accesible para quienes sufren de este trastorno.

La investigación sugiere que reducir el consumo de estos componentes no solo beneficia a quienes padecen de SII, sino que también podría ser un enfoque saludable para la población general, al promover una alimentación más equilibrada. En lugar de eliminar grupos completos de alimentos, esta dieta ofrece un camino más sostenible y menos restrictivo, con la ventaja añadida de ser más fácil de seguir y comprender.

Azúcar: ¿por qué nos gusta tanto y qué hacer para bajar su ingesta?:


El gran interrogante a la hora de cuidarnos en lo que comemos es, entre otras cosas: ¿con azúcar o edulcorante? A todos nos pasa que miramos el etiquetado de los productos y muchas veces compramos pensando que puede ser lo correcto para consumir. Y resulta que no es tan así. Entonces viene la otra pregunta: ¿azúcar mascabo, edulcorantes, miel, estevia al natural? Todos morimos por algo dulce (panificados, gaseosas, postres) aunque sepamos que no es amigable con nuestra salud.

«Lo más importante que tenemos que saber es que nacemos con un sabor innato por lo dulce, eso lo traemos con nosotros. Lo bueno sería no seguir estimulándolo tanto, una vez que ya nacimos, porque siempre vamos a tener esa preferencia por lo dulce», dice Eliana Quesada, Licenciada en Nutrición (MP 8443).

La propuesta es volver a los sabores originales, aquellos sin agregados de ninguna clase, probar cada alimento como es. Entre otras curiosidades, está comprobado médicamente que el bajar la ingesta de azúcares o no consumirlas ayuda considerablemente al descenso de peso.

«Lo ideal sería habituarse más a los sabores naturales de las infusiones y de las comidas. Se podría usar miel, azúcar mascabo, stevia, los edulcorante son perjudiciales a nivel pancreático, pero se suele recomendar alguno como la sucralosa. Lo importante es saber que tiene que ser en muy poca cantidad porque no es solo ese edulcorante ya que además está presente en gaseosas 0% y en empaquetados, entre otros. Estamos comiendo más edulcorante del límite permitido», alerta.

Otro factor a tener en cuenta es que tenemos que movernos, hacer algún deporte, hasta una simple caminata cuatro veces a la semana puede mejorar considerablemente nuestra salud. «Si tenemos exceso en consumo de azúcar y alimentos con jarabe de maíz de alta fructosa y no nos movemos, es el combo perfecto para generar un síndrome metabólico: hipertrigliceridémia, insulino resistencia que además puede ser una pre diabetes y/o hígado graso, por mencionar alguna», concluye la profesional.


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