Dietas altas en azúcar están relacionadas con la inflamación cerebral, lo que puede llevar al deterioro cognitivo
Estar bien

Cómo responde el cuerpo al eliminar el azúcar de la dieta

Los primeros días pueden traer cansancio, ansiedad y antojos, pero pronto el organismo se adapta, revelando una serie de beneficios tanto para la salud física como mental.  

Cuando decidimos reducir o eliminar el consumo de azúcar de nuestra dieta, nuestro cuerpo pasa por una serie de transformaciones importantes. Al principio, es común enfrentar síntomas como fatiga, ansiedad y una fuerte necesidad de consumir alimentos dulces, debido a la adaptación del organismo a la falta de azúcar. Este período inicial, aunque incómodo, es solo el comienzo de una serie de cambios positivos que mejoran la salud en muchos aspectos.

Durante las primeras semanas de reducir la ingesta de azúcar, es probable que experimentes dolores de cabeza, mareos y cansancio, señales de que el cuerpo está aprendiendo a funcionar con menos azúcar.

Mentalmente, también es común sentir irritabilidad, ya que el azúcar estimula la liberación rápida de dopamina, una hormona asociada con el placer, lo que puede generar un ciclo de dependencia. Sin embargo, a medida que el organismo se ajusta, estos síntomas disminuyen, dando paso a una sensación general de bienestar.

Uno de los primeros beneficios observables es un mejor control del apetito. El consumo elevado de azúcar altera las hormonas responsables de regular el hambre y la saciedad, como la leptina y la grelina.

El azúcar refinada es causante de muchos efectos adversos. Foto gentileza.

Al reducir el azúcar, estas hormonas comienzan a funcionar de manera más eficiente, lo que disminuye la sensación constante de hambre y facilita el mantenimiento de una dieta equilibrada, ayudando también en el control del peso corporal.

Cuál es el impacto en la salud cardiovascular y cerebral


La reducción del azúcar también tiene un impacto significativo en la salud del corazón. Un consumo excesivo de azúcar está vinculado con la inflamación, lo que aumenta la presión sobre el corazón y los vasos sanguíneos, incrementando el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Al disminuir la ingesta de azúcar, estos riesgos se reducen, favoreciendo una mejor función cardiovascular.

Gentileza.

El cerebro, aunque utiliza glucosa como fuente principal de energía, también se ve afectado negativamente por el exceso de azúcar. Dietas altas en azúcar están relacionadas con la inflamación cerebral, lo que puede llevar al deterioro cognitivo y aumentar el riesgo de enfermedades neurodegenerativas.

Reducir el consumo de azúcar promueve una mejor salud cerebral, disminuyendo la inflamación y estabilizando los niveles de glucosa en sangre, lo que mejora la memoria, la concentración y el estado de ánimo.

Mejoras en la salud hepática, renal y cutánea:


Además de los beneficios para el corazón y el cerebro, reducir el azúcar también favorece la salud del hígado y los riñones. Un consumo elevado de fructosa, un tipo de azúcar, está asociado con un mayor riesgo de desarrollar problemas hepáticos como la enfermedad del hígado graso no alcohólico, y renales, como cálculos. Al limitar la fructosa y otros azúcares añadidos, se mejora la función hepática y renal, reduciendo el riesgo de complicaciones graves.

El impacto del azúcar en la piel tampoco debe subestimarse. Consumir grandes cantidades de azúcar contribuye al envejecimiento prematuro y a problemas cutáneos como el acné. Esto se debe a que el azúcar provoca la formación de compuestos que dañan las proteínas de la piel. Reducir su ingesta protege la estructura de la piel, ayudando a mantenerla más firme y elástica, además de reducir episodios de acné.

Disminución del riesgo de diabetes y otros beneficios:


Uno de los beneficios más destacados de reducir el consumo de azúcar es la disminución del riesgo de desarrollar diabetes tipo 2. El azúcar en exceso está directamente relacionado con la resistencia a la insulina, un factor clave en el desarrollo de esta enfermedad.

Limitar el azúcar no solo mejora la salud general, sino que también contribuye a mantener una buena salud dental, ya que reduce el riesgo de caries y enfermedades periodontales.

Finalmente, reducir el azúcar tiene efectos positivos en la calidad del sueño y los niveles de energía, así como en la salud sexual y reproductiva. Sustituir el azúcar por fuentes de carbohidratos más complejos y fibra resulta en una energía más estable y un mejor descanso, además de prevenir problemas como la disfunción eréctil.


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