Cómo lograr que tu jardín atraiga polinizadores y estalle de flores en noviembre

Las abejas, las mariposas y los colibríes están cada vez más amenazados. Cómo contribuir al cuidado de la biodiversidad desde tu casa.

Las mariposas necesitan plantas hospederas para depositar sus huevos y otras que les proporcionen néctar en su etapa adulta.

Las abejas, mariposas y colibríes, entre otros polinizadores, están en declive, lo que amenaza la reproducción de muchas plantas y la producción de alimentos. Crear un jardín para polinizadores es una manera sencilla y efectiva de contribuir a su conservación, ya sea en una terraza, un balcón o un patio. Estos espacios verdes proporcionan refugio y alimento a insectos esenciales para los ecosistemas, y embellecen el entorno. Te contamos cómo hacerlo.

El deterioro de hábitats, el uso de plaguicidas y el cambio climático han reducido las poblaciones de polinizadores en todo el mundo. Según las Naciones Unidas, esta crisis afecta a la seguridad alimentaria y a la estabilidad de los ecosistemas. Los jardines para polinizadores son una respuesta sencilla que, además, fomenta la conexión con la naturaleza y la conciencia ambiental.

Paso a paso: cómo lograr un jardín de polinizadores


Para diseñar un jardín que atraiga polinizadores, se recomienda optar por plantas nativas y variadas, que florezcan en diferentes momentos del año. En Argentina, especies como la Asclepia (que atrae a las mariposas Monarca) y la Aristolochia triangularis (que atrae a la mariposa Borde de Oro) son ideales. También pueden incluirse flores coloridas como la margarita amarilla, la Lantana camara y las salvias, que son particularmente atractivas para colibríes y mariposas.

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Las mariposas necesitan plantas hospederas para depositar sus huevos y otras que les proporcionen néctar en su etapa adulta. Algunas especies, como la “margarita amarilla” y la “margarita punzó” (Glandularia peruviana), son excelentes opciones. Para atraer colibríes, se pueden plantar especies de la familia de las lamiáceas, como las salvias, que ofrecen flores tubulares ideales para estos pequeños visitantes.

Estudios de la Universidad de Michigan y del INIBIOMA, en Argentina, destacan que estos jardines en áreas urbanas no solo ayudan a conservar polinizadores sino que mejoran la productividad de cultivos cercanos, embellecen el entorno y fomentan un sentido de responsabilidad ambiental. En Patagonia, iniciativas como la de la doctora Marina Arbetman, quien promueve la observación de abejorros nativos, subrayan la importancia de conservar especies clave como el mangangá (Bombus dahlbomii), amenazado por invasores.

Para comenzar un jardín de polinizadores, consultá viveros locales sobre especies autóctonas. Plataformas como Argentinat también pueden ayudar a identificar plantas de la región, garantizando una selección adecuada que maximice el impacto en la biodiversidad. Observar las plantas preferidas por los polinizadores en plazas y parques cercanos también puede dar buenas ideas para enriquecer tu jardín.

Crear un espacio verde que atraiga polinizadores no solo protege a especies esenciales, sino que ofrece un entorno vibrante y lleno de vida. Cada planta nativa que añades es un pequeño paso hacia un ecosistema más saludable, donde abejas, mariposas y colibríes encuentren un hogar seguro en medio de la urbanización creciente.

Huerta en casa: qué sembrar en noviembre para tener rápido tu propia producción


Tener una huerta en casa no solo es una actividad que puede servir como un pasatiempo, sino que también te permite disfrutar de vegetales frescos y saludables durante todo el año. Con los cuidados adecuados y las especies correctas, en noviembre es el mes ideal para iniciar tu propia producción y disfrutar de una cosecha abundante.

Preparar el terreno convenientemente y si no se abonó sería necesario hacerlo. Recordá que la incorporación de materia orgánica al suelo es de carácter primordial para poder obtener hortalizas de excelente calidad.

El abono es una tarea cultural que se debe hacer siempre y es este uno de los momentos adecuados para proceder a su cosecha y uso.

Se debe tener en cuenta que a partir de este mes, las plantas empiezan a necesitar más agua, una regla general es saber que aproximadamente se debe incorporar 5 litros/agua por metro cuadrado.

Si todavía no se instaló un sistema de riego, es útil pensar que uno de ellos es el denominado por goteo, que se puede hacer en forma casera.

En noviembre, podés sembrar una variedad de hortalizas y hierbas que prosperan en climas de media estación y con calor como acelga, lechuga, tomate, berenjena, zapallo, zapallito, pimiento, chaucha, apio, sandía, melón, papa. También maíz, para el que estamos en un momento clave.


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