Cómo incorporar plantas aromáticas a tu jardín y que crezcan fácil y rápido

Desde tiempos ancestrales, las plantas han sido aliadas del ser humano tanto en la cocina como en la medicina, fusionando sabiduría tradicional con propiedades que hoy seguimos descubriendo. Las plantas aromáticas no solo aportan sabores únicos a nuestras recetas, sino que también tienen beneficios para la salud y el cuidado del hogar.

El uso de plantas aromáticas con fines medicinales tiene profundas raíces culturales. Aunque la ciencia sigue explorando y validando sus propiedades, muchas personas recurren a estas plantas por sus efectos beneficiosos. En Argentina, se identifican más de mil especies con propiedades medicinales y aromáticas. Entre las más conocidas está el aguaribay (Schinus areira), utilizado por sus propiedades antiinflamatorias y digestivas. Un té hecho con sus hojas puede ser un aliado natural contra malestares estomacales.

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El romero (Salvia rosmarinus) es una de las plantas más valoradas por sus usos culinarios y medicinales. Además de su popularidad en recetas con carnes y papas, esta planta destaca por sus propiedades antibacterianas y su capacidad para estimular la producción de bilis. Cultivarlo en casa es fácil, ya que se adapta bien a macetas y espacios pequeños.

El jengibre (Zingiber officinale), por su parte, es una planta que ha sido usada durante siglos en la medicina china. Ideal para tratar resfriados y problemas digestivos, puede cultivarse en contenedores, siempre que se le proporcione un suelo fértil y bien drenado.

Estas plantas no requieren grandes espacios y son perfectas para cultivar en balcones o cocinas. La albahaca (Ocimum basilicum), por ejemplo, puede mantenerse viva durante todo el año si se protege del frío. Además de ser esencial en la cocina, tiene propiedades antisépticas y antiinflamatorias, siendo útil para aliviar dolores de cabeza relacionados con problemas digestivos.

Por su parte, la menta (Mentha spp) es conocida por su crecimiento rápido y su capacidad para atraer insectos beneficiosos al jardín. Es ideal para preparar té fresco durante todo el año, y su aceite esencial tiene propiedades repelentes de plagas.

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Con la llegada de la primavera, es el momento perfecto para empezar a plantar. Desde septiembre, muchas aromáticas pueden crecer en almácigos para luego ser trasplantadas a su lugar definitivo. Un truco útil para prolongar la vida de estas plantas es cortar las flores antes de que fructifiquen, lo que permite que sigan produciendo hojas aromáticas por más tiempo.

Si buscás tener un jardín lleno de aromas y con múltiples beneficios para la salud, las plantas aromáticas son una excelente opción. Fácil de cultivar y con propiedades que trascienden el tiempo, incorporar estas especies a tu espacio verde te permitirá disfrutar de lo mejor de la naturaleza en casa.

Cómo preparar el jardín para la llegada de la primavera:

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– En los canteros: desmalezar, agregar compost

– Podar las gramineas que ya empezaron a brotar

– Controlar cochinillas, pulgones y ácaros. Identificar y controlar hormigueros (más abajo, una receta para combatirlos)

– Plantar las bulbosas de verano como dalias, nardos y gladiolos.

– Fertilizar: Podés introducir 1 cm de compost removiendo un poco la tierra vieja, sin dañar las raícer.

– Colocar tutores: Muchas herbáceas perennes (dalias, Salvia leucantha) y anuales (cleomes y cosmos) necesitan tutores para que no se caigan por el peso de las flores.  

Otro tipo de primavera para cuidar el jardín es el cuidado de las siempre exuberantes glicinas. Después de su floración, pueden podarse para generar un crecimiento más vigoroso y obtener la sombra deseada.

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