Cómo activar los frutos secos y semillas: una práctica que mejora la digestión y aumenta sus nutrientes

¿Sabías que hay técnicas para que estos alimentos sean más nutritivos?. Enterate cómo podés aprovechar todos sus beneficios.

Los frutos secos y las semillas son una fuente poderosa de nutrientes que, en su estado natural, están bien protegidos para asegurar su supervivencia. En su estructura, estos alimentos presentan barreras físicas y químicas que los mantienen en reposo hasta encontrar un ambiente propicio para germinar. Estas barreras, sin embargo, también dificultan la absorción de ciertos nutrientes cuando se consumen crudos o secos. Activarlos es una excelente manera de aumentar su valor nutricional y facilitar su digestión.

Estos alimentos contienen componentes conocidos como “antinutrientes”, los cuales inhiben la absorción de minerales como el calcio, zinc y hierro. Activar los frutos secos y semillas ayuda a reducir estos componentes y aumenta su biodisponibilidad, o sea, la cantidad de nutrientes que nuestro cuerpo realmente puede absorber. Un ejemplo claro lo encontramos en el sésamo: dos cucharadas contienen aproximadamente 157 mg de calcio, pero, en su forma cruda, solo un 21 % es biodisponible. Al activar estas semillas, se logra que el organismo pueda aprovechar más de estos minerales.

Además, procesar las semillas tras activarlas, como romperlas o triturarlas, facilita aún más la absorción de nutrientes esenciales, como los ácidos grasos Omega 3.

¿Cómo activar frutos secos y semillas? Un proceso en siete pasos


Activar frutos secos y semillas es un procedimiento simple que requiere pocos elementos y un poco de tiempo. Estos son los pasos recomendados para que estos alimentos se vuelvan más digeribles y nutritivos:

  • Lavado inicial: Enjuagar bien los frutos secos o semillas bajo el chorro de agua para eliminar posibles residuos.
  • Recipiente adecuado: Colocar los frutos o semillas en un bol amplio.
  • Añadir agua: Llenar el recipiente con agua a temperatura ambiente, suficiente para que todos los frutos o semillas queden cubiertos.
  • Agregar sal o bicarbonato: Por cada taza de frutos secos o semillas, se puede añadir una cucharada de sal o bicarbonato de sodio para facilitar el ablandamiento. Este paso no es recomendable para personas con hipertensión.
  • Reposo prolongado: Mezclar bien y dejar reposar, cubriendo el recipiente con un paño. Se recomienda un mínimo de ocho horas o toda la noche. En días calurosos, es mejor hacer el remojo en la heladera para evitar la proliferación de microorganismos.
  • Descartar el agua de remojo: Pasado el tiempo de reposo, es fundamental desechar el agua utilizada.
  • Secado: Para conservar los frutos secos o semillas, hay que secarlos, extendiéndolos sobre un plato en la heladera o en el horno a temperatura mínima, sin llegar a tostarlos, solo para evaporar la humedad.

Gentileza.

Para quienes quieran preparar bebidas vegetales o untables, el secado es un paso opcional. También es importante considerar que algunas semillas, como las de lino o chía, requieren menos tiempo de remojo: de 20 minutos a una hora suele ser suficiente para que formen un gel adecuado para el consumo y maximicen sus beneficios en fibra.

Activar frutos secos y semillas es una práctica sencilla que permite aprovechar al máximo los nutrientes y beneficios de estos alimentos en la dieta diaria.

Dos recetas para aprovechar semillas activadas en tu cocina


1. Leche de almendras casera

Ingredientes:

  • 1 taza de almendras activadas (remojadas por 8 horas y escurridas)
  • 4 tazas de agua
  • Opcional: una pizca de sal, extracto de vainilla o una cucharada de miel para endulzar

Preparación:

  1. Colocá las almendras activadas y el agua en una licuadora y procesá hasta obtener una mezcla homogénea.
  2. Colá la mezcla usando una bolsa para leches vegetales o un paño limpio para separar la pulpa.
  3. Transferí la leche a un recipiente y guardala en la heladera. Consumir en 3-4 días. ¡Ideal para el desayuno o para agregar en recetas!

2. Pesto de semillas de girasol

Ingredientes:

  • 1 taza de semillas de girasol activadas (remojadas por 6-8 horas y escurridas)
  • 1 taza de hojas de albahaca fresca
  • 1/2 taza de aceite de oliva
  • 1 diente de ajo
  • 2 cucharadas de jugo de limón
  • Sal y pimienta a gusto

Preparación:

  1. Procesá las semillas de girasol activadas, las hojas de albahaca, el ajo y el jugo de limón en una licuadora o procesadora.
  2. Añadí el aceite de oliva poco a poco hasta obtener una textura suave. Sazoná con sal y pimienta.
  3. Serví este pesto sobre pasta, como aderezo para ensaladas o en sandwiches. ¡Una alternativa deliciosa y saludable!

Estas recetas simples y nutritivas aprovechan los beneficios de las semillas activadas para enriquecer tus platos.


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