El sistema inmunológico es un conjunto de órganos, tejidos y células que actúan para combatir agentes infecciosos como virus, bacterias y hongos, previniendo enfermedades.
De la misma manera que crea mecanismos de defensa, los agentes infecciosos crean mecanismos de ataque. A veces gana el sistema inmunológico, a veces ganan los virus y las bacterias. Y ahí es donde tenemos un problema de salud.
Enfermarse una vez no significa que su sistema inmunológico haya fallado por completo o esté mal. Al principio simplemente no pudo contener el virus, pero luego combate el problema; por eso nadie contrae la gripe para siempre.
Cuando una persona se enferma con mucha frecuencia, es posible que el sistema inmunológico no esté funcionando bien. Y el cuerpo da algunos «avisos» de que esto está sucediendo.
Señales de que la inmunidad está baja
1 – Estás estresado
2 – Herpes y otras infecciones recurrentes.
3 – Aftas en la boca
4 – La gripe dura mucho más de lo normal (alrededor de 5 a 7 días)
5 – Caída del pelo fuera de lo normal
6 – Candidiasis recurrente
7 – Tener muchas fiebres y escalofríos.
8 – Sufrir náuseas y vómitos.
9 – Diarrea durante más de dos semanas.
10 – Manchas rojas o blancas en la piel
La relación de esos 10 factores con el sistema inmunológico
Stress:
Jornadas de trabajo extenuantes, pocas horas de descanso y ocio y alimentación inadecuada. Es importante tener regulado nuestro sistema tiroideo, hormonal y alimentario, para que todo el sistema inmunológico funcione. Si el estrés es alto la inmunidad debe estar baja.
Infecciones recurrentes:
Uno de los principales factores de la baja inmunidad es la aparición de infecciones recurrentes, como el herpes, especialmente en personas menores de 50 años.
Cuando una persona tiene zóster antes de los 50 años, es muy indicativo de haber tenido inmunidad baja. Es prácticamente obligatorio comprobar la inmunidad de la persona.
Aunque no existe una prueba específica que indique una inmunidad baja, es posible, a través de pruebas complementarias, saber qué está pasando. Un hemograma ayuda a ver la cantidad de glóbulos blancos; una dosis de anticuerpos; un diagnóstico nutricional para analizar la cuestión de los micronutrientes y vitaminas.
Enfermedades que demoran en curarse:
Enfermedades simples que tardan mucho en desaparecer o que empeoran fácilmente, como la gripe, también pueden indicar que la inmunidad es baja.
La gripe y el resfriado son enfermedades autolimitadas; es decir, evolucionan en pocos días y se recuperan rápidamente. Es normal recuperarse completamente de los síntomas en cinco a siete días. Cualquiera que se desvíe de esto levanta sospechas de baja inmunidad.
Moniliasis oral o candidiasis recurrente:
La moniliasis oral y la candidiasis vaginal también están relacionadas con una inmunidad baja. El hongo Candida normalmente se encuentra en la boca, en el sistema digestivo y hasta en el ano en todos nosotros sin causar problemas. Sin embargo, el desequilibrio de la flora y los factores inmunológicos pueden hacer que este hongo prolifere, provocando una infección.
Fiebre frecuente y escalofríos:
Cualquier infección puede provocar fiebre y la fiebre alta puede provocar escalofríos. Si son recurrentes, también pueden indicar una inmunidad baja. Las infecciones recurrentes o graves pueden sugerir un defecto en el sistema inmunológico.
Aftas recurrentes:
Las aftas son úlceras con diversas etiologías, desde infección por herpes simple, baja inmunidad, traumatismos por aparatos dentales, malas mordidas y alergias alimentarias. Las personas que tienen aftas ulcerosas recurrentes pueden tener baja inmunidad, pero se deben descartar otros factores.
Nauseas y vómitos:
En algunos casos, las náuseas y los vómitos también pueden indicar que la inmunidad es baja, pero se necesita un diagnóstico más completo, evaluando cambios endocrinológicos, hormonales en la tiroides y el sistema reproductivo, para luego descartar otros problemas más graves.
Diarrea por más de dos semanas:
La diarrea persistente o crónica puede ser un signo de infección. Y, nuevamente, posiblemente indiquen una señal de que el sistema inmunológico está bajo.
Manchas rojas o blancas en la piel:
Las infecciones de la piel también pueden indicar que la inmunidad es baja. La foliculitis, o sea, las infecciones de la piel, pueden indicar que su inmunidad es baja. Por ejemplo, si una persona con la piel intacta no tiene una infección y de repente comienza a tener una infección en la piel, puede ser una indicación de que su inmunidad es baja. La presencia de micosis en las uñas también puede ser un indicio.
Caída del pelo:
Incluso la caída excesiva del cabello puede indicar que la inmunidad es baja. En este caso, una nutrición adecuada puede ayudar a reducir el problema, pero es necesaria una evaluación médica
Qué hacer para mejorar la inmunidad
– Practicar actividad física con regularidad;
– Mejorar los hábitos alimentarios;
– Sueño de calidad;
– Evitar el estrés;
– Controlar la ansiedad;
– Tener una buena vida social;
– No consumir bebidas alcohólicas en exceso;
En el caso de personas diagnosticadas con diabetes y lupus, por ejemplo, llevar un control estricto de la enfermedad. Tener buena inmunidad no significa que una persona esté libre de enfermarse. Todo el mundo corre este riesgo en algún momento de su vida.
Ni siquiera el mejor sistema inmunológico del mundo puede mantener a alguien libre de una enfermedad infecciosa, porque todo lo que se necesita es el contacto con el agente causante.
La caída en la actividad del sistema inmunológico puede ocurrir por varios motivos, incluido el estrés y la ansiedad. Las enfermedades crónicas, como el SIDA, el lupus, el cáncer y la diabetes, también pueden reducir la actividad del sistema inmunológico y favorecer la aparición de otras enfermedades.
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