“Estaba totalmente lúcido”
El padre de Mateo se quebró al recordar el cuadro con el que se topó cuando llegó a la casa: su hijo en suelo, llorando; su mujer al borde de la muerte y Florencia ya sin vida, todos bañados en sangre. Recordó que en las horas previas al crimen Oyarzún había estado dos veces en su casa, comprando cocaína. “Él estaba lúcido, el problema no era la droga, su problema era el alcohol, cuando tomaba se ponía violento. Puedo decir que estaba lúcido porque con su tío estuvieron sentados a mi mesa, charlando, bien, les di la mano”, afirmó. Al entrar a la casa vio al bebé junto a la puerta. “Pensé que se había caído de la cama y que Vero no lo había escuchado, lo levanté, sentí como un gemido, entré y prendí la luz. Ahí vi a Vero y a Florencia tiradas, grité, llegaron los vecinos... me quedé con Verónica y le preguntaba quién había sido, y ella quería hablar pero no podía, tenía un corte profundo en la espalda, se le escapaba el aire y la sangre”. Luego llegó la ambulancia y fueron al hospital. “Ahí estuve 5 minutos porque vino la policía y me detuvo porque yo era sospechoso”, recordó Reyes, quien luego fue liberado. (AVR)
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