‘‘Esta situación’’ ¿también pasará?

¿Cuánto vale el fútbol argentino? “Si no salimos de esta situación –me respondió el miércoles Nicolás Russo, presidente de Lanús– valdrá cada vez menos”.

“Esta situación”, sabemos que es, por un lado, la intervención polémica de una cada vez más opaca Comisión Normalizadora de la AFA, cercana a un gobierno que exige o sugiere saneamiento económico, Superliga y Clubes SA, pero que, a su vez, rescinde el contrato del Fútbol Para Todos (FPT) sin pagar indemnización y encima presiona para “designar” a Turner-Fox como nuevo socio de la TV.

Eso, sin mencionar otras herramientas que permite el poder del Estado, como el apriete por deudas impositivas, reales o inventadas, o el avance de causas judiciales.

Pero “esta situación” también es la división de los clubes, que quedó al desnudo con el viejo 38-38 de un año atrás y que, lejos de atenuarse, se agravó porque el Ascenso tiene hoy los votos para ganar, aunque no la verdadera representación del poder del fútbol, que puede darla la masa de asociados de los clubes de Primera, según dice Russo. No se habla de voto calificado, una mancha de los viejos tiempos, pero tampoco es aconsejable alejar a los clubes de Primera, con el riesgo de escisión que eso implica. El problema, también, es que los clubes de Primera carecen de candidato único para oponer al Chiqui Tapia, hombre del ascenso que ayer buscó dar otra muestra de su poder.

Los clubes, que ya están paralizando entrenamientos, inicio del lock out, ni siquiera pueden unirse para frenar al menos tanto avance del gobierno. Su Comisión Normalizadora (ya nadie disimula que la Comisión responde más al gobierno que a la AFA) vuelve a amenazar avisando posibles sanciones de la FIFA.

Es una Comisión Normalizadora, ese es otro dato, que también enfrenta internas, porque Armando Pérez recibió el alta médica y quiere reasumir. No quiere lo mismo su familia (ver aparte). Demasiado personalismo, dicen las fuentes.

Un estudio privado publicado este miércoles por el diario La Nación afirmó que los clubes reciben apenas el 21 por ciento de una torta total de 102.000 millones de pesos que mueve por año, directa o indirectamente, la industria del fútbol en Argentina.

“Es joda –me decía ya por los años ‘90 un dirigente de club chico–, nosotros ponemos el espectáculo: cancha, jugadores y público, pero cobramos menos dinero que ustedes”. Decía “ustedes” por el periodismo. Porque los conductores estrellas del canal que monopolizaba las transmisiones, en tiempos de un peso igual a un dólar, cobraban más dinero que su club. Tenía razón. Hoy los dineros han crecido. Los problemas también.

El reparto

de la torta