Esta cipoleña asesora en cómo empezar la producción propia de alimentos
Ana Scarso es rejoven y muy sabia. Escucharla es un placer. Te abre la mente a los nuevos modos de encarar la vida. Slow es su filosofía... #tevaagustar
Por Victoria Rodríguez Rey, especial para Yo Como
Ana Scarso comparte el comienzo de la receta justa para iniciarse en la autoproducción de alimentos. Uno de sus objetivos es que sea hábito saber qué comemos y cómo se produce. Encontradas las respuestas, se comienza a diseñar un recorrido alimentario del que no hay retorno.
@victoriarodriguezrey
Se recibió hace un año de ingeniera agrónoma en la Universidad Nacional del Comahue. Ana Scarso es cipolleña y lleva a delante su emprendimiento Herencia Agrícola, una propuesta de asesoramiento y acompañamiento para comenzar con la producción propia de alimentos. “Herencia, para la biología, está compuesta por caracteres de apariencia y genéticos que recibimos de nuestros padres. Pero también es cultura e historia de una sociedad. A través de Herencia Agrícola se busca revalorizar y redescubrir los saberes obtenidos en el campo, trabajado por nuestros abuelos, convirtiéndonos en agentes de cambio, transmisión de cultura y herencia”. Así explica Ana su proyecto.
Con frescura, espontaneidad y convicción, Ana sostiene que cualquier espacio es posible para establecer vínculos más directos con la producción de alimentos. Producirlos, permite desarrollar habilidades creativas de autosuficiencia alimentaria y experimentar mayor grado de conciencia sobre el origen y tratamiento de la comida.
En 1910 su bisabuelo Vicente llegaba a Argentina desde Italia. “Me lo imagino con un pequeño bolso de mano, que pesaba más por los miedos e incertidumbre que por la ropa que traía. Sembró lo que para él fue una simple huerta de autoabastecimiento, para nosotros hoy se transformó en herencia de cultura”, recuerda Ana quien recrea y combina el legado familiar con saberes propios y académicos.
A través de su propuesta, la ingeniera Scarso invita a cultivar no sólo el propio el alimento, sino la paciencia. “Una no se despierta convertida ya en mariposa, el crecimiento es un proceso”. En estos tiempos de inmediatez, el trabajo con la tierra permite restablecer ritmos más sanos y acordes con los ciclos naturales. Mediante ideas claras y al alcance, a través de sus redes sociales, Ana explica los primeros pasos para comenzar a desarrollar tu propia huerta, teniendo en cuenta el espacio, el momento del año y los objetivos de cada emprendedor/a.
¿Cómo serían tus compras si pudieras ver que tan perjudicial o beneficiosa fue su producción?, ¿Creés que tenés responsabilidad sobre la agricultura? ¿Sabés que en Argentina se tiran 40 mil toneladas de alimento por día? Estas son algunas de las preguntas que se va haciendo Ana y que van guiando su recorrido compartido con quienes se animen a experimentar un camino de mayor autonomía alimentaria.
A continuación, Ana Scarso comparte una primera fórmula para comenzar.
1- Capitalizar un espacio. Cuando nos referimos a este concepto estamos hablando de aprovechar aquellos espacios que los tenemos subutilizados, y transformarlos en espacios que nos brinde un beneficio, en este caso, beneficio productivo desde el punto de vista agrícola.
2- ¿Cuánto tiempo le voy a dedicar? Si tenés una huerta pequeña, 0.5 x 0.5 metros o de 0.5 x 1 metros, con dedicarle entre 1-2 horas por semana es suficiente. Ahora bien, si quieres huertas más grandes, 1 x 1.5 metros o de 1 x 2 metros, tenes que pensar en dedicarle por semana entre 2-4 horas.
3- ¡Importantísimo! ¿Con que objetivo quieres tu huerta? No es lo mismo una huerta para alguien que quiere tener siempre hierbas frescas para cocinar, que alguien que quiere tener mucha producción de, por ejemplo: berenjenas y tomates para abastecerse.
4- Objetivo personal de la huerta. En base a esto se clasifican las huertas en base a la temporada de desarrollo de los cultivos. Están las de temporada primavera-verano (tomates, morrones, berenjenas) y las de temporada otoño-invierno (habas, brócoli, arvejas).
Si bien algunos cultivos se suelen ajustar a esta división marcada por la estación del año en la que nos encontramos, también están aquellos cultivos que nos acompañan durante todo el año (lechuga, rúcula, orégano, zanahoria, remolacha, rabanitos).
En base a esto vamos a seleccionar las especies que van a formar parte de nuestra huerta. ¡En cada uno de los pasos, Herencia Agrícola va a estar a tu lado! Y como decía nuestra Abuela Lola: “Echando a perder se aprende”, en este caso no vas a perder nada, porque juntos vamos adaptar los espacios productivos a tu necesidad para que sea un camino de aprendizaje y no de frustración.
Instagram: @herencia.agricola.huertas
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