Esposado y con custodia: ¿cómo hizo el femicida Quintriqueo para lesionarse?
La autopsia realizada ayer podría contribuir en la búsqueda de eventuales responsables, por acción o negligencia, en la muerte de Quintriqueo.
Juan Bautista Quintriqueo, el autor del femicidio de Guadalupe en Villa La Angostura, estaba con una mano esposada a la cama del hospital y con custodia policial en la puerta de la habitación, según los testimonios reunidos hasta ahora por los investigadores.
¿Cómo hizo entonces para alcanzar los cables del suero, enrollárselos al cuello y provocarse la autolesión que, seis días después, le causaría la muerte? ¿Cuánto tiempo estuvo en esa situación de asfixia sin que nadie lo advirtiera?
¿Quién o quiénes son, en definitiva, responsables de que no se haya podido someter a proceso al autor de un femicidio, que tiene a su vez otra cadena de responsabilidades más allá del que empuñó el arma mortal?
La autopsia realizada ayer en el Cuerpo Médico Forense de Neuquén capital tiene el objetivo de buscar respuestas a estos interrogantes.
Según pudo averiguar Río Negro, el fiscal del caso de Villa La Angostura, Adrián De Lillo, esperaba anoche un adelanto verbal sobre el resultado del trabajo de los médicos.
Paciente de alto riesgo
Se confirmó ayer que Quintriqueo (33) era considerado un paciente y un detenido de alto riesgo. Después de apuñalar a su expareja Guadalupe Curual (20), se provocó entre tres y cinco lesiones en la parte superior del cuerpo con el mismo cuchillo, en un primer intento de suicidio.
Por esas heridas fue internado en el hospital “Oscar Arraiz” de la localidad. La fiscalía ordenó a la Policía que lo custodiara por dos motivos: la posibilidad de fuga, y de que volviera a atentar contra su vida.
“La manera de ejecutar esa orden queda a cargo de la Policía”, indicó ayer una alta fuente del Ministerio Público Fiscal.
Por lo que trascendió, había más de un policía en la puerta de la habitación de Quintriqueo. Además, el imputado tenía una mano esposada a la cama. Y estaba consciente.
Sin embargo, de una manera que hasta ahora no fue explicada satisfactoriamente, alcanzó los cables del suero, los enrolló en su cuello y se tiró de la cama al piso. De esa manera se provocó una asfixia.
Un policía que ingresó a la habitación lo encontró desvanecido. Los médicos que revisaron al paciente dispusieron su urgente derivación al hospital Ramón Carrillo de San Martín de los Andes, donde permaneció seis días en grave estado, sumergido en un coma del que no despertó.
El martes 2, justo una semana después del femicidio, a las 10.40, se produjo su muerte.
El trabajo forense
El trabajo de los forenses consistió, según se supo, en tratar de establecer la mecánica de las lesiones que se provocó el femicida.
El tiempo que permaneció internado y las intervenciones de los médicos de los hospitales para practicarle curaciones podrían jugar en contra de las pericias.
Se espera que arrojen más resultados los estudios anatomopatológicos, que son más complejos y demoran semanas, según se indicó ayer.
Otras pistas
También habrá pericias sobre otros elementos secuestrados, como los cables que utilizó Quintriqueo para provocarse la asfixia, la ropa de cama de la habitación y la que vestía al momento de la autolesión.
Además, se dispuso tomar una serie de declaraciones testimoniales a fin de conocer los movimientos en el hospital desde que ingresó como paciente y detenido de riesgo.
También están en la mira las directivas de los oficiales que diagramaron las consignas y custodias de la habitación, y se pidieron cámaras que pudieran haber registrado movimientos de interés para la causa.
El fiscal De Lillo deberá resolver si existieron responsabilidades o negligencias de parte del personal policial o del hospital.
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